Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Más de 400 hectáreas localizadas en la Isla de la Palma, en el puerto de Lázaro Cárdenas, están en el limbo, en la indefinición; su futuro es todavía incierto.
El futuro de estas tierras, y su uso, dependerá fundamentalmente de la definición que haya sobre quién gobernará Michoacán por los siguientes 6 años, aspecto que actualmente se dirime ante las instancias electorales.
Estas tierras, propiedad del gobierno del estado, se cedieron en comodato bajo un contrato al gobierno federal para que impulsara la creación de la llamada Zona Económica Especial, una de las 7 que serían creadas en todo el país, tras una iniciativa presentada por el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.
Para ello el 29 de septiembre del 2017 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto de declaratoria de la Zona Económica Especial de Lázaro cárdenas – La Unión, la cual tenía el objetivo -según el decreto de su creación- de atraer la inversión privada en esa zona del estado con la finalidad de generar empleo, y su instalación vendría aparejada de otra serie de inversiones para la mejora de la infraestructura también del municipio.
Sin embargo, dos años después, el 20 de noviembre del 2019 dichas Zonas Económicas Especiales fueron canceladas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El argumento para echar abajo estos proyectos, que en caso del puerto michoacano tenía la proyección preliminar de cartas de intención de inversión por el orden de más de 4 mil 500 millones de pesos para diversas empresas, fue que estas figuras no habían podido operar las inversiones anunciadas ni tampoco generar mejoras en las regiones donde se instalarían.
El proyecto original buscaba atraer la inversión privada en esa zona del estado para generar empleo, y su instalación vendría aparejada de otra serie de inversiones para la mejora de la infraestructura también del municipio.
A cambio de estas el gobierno federal anunció una serie de proyectos estratégicos para esta administración federal, la mayoría localizadas en el sureste de la República Mexicana, como el Tren Maya, las Refinerías, y el desarrollo Trans Istmico de Veracruz a Oaxaca.
En cuanto a las tierras en el puerto michoacano, la actual administración estatal no ha iniciado trámite alguno para que, ante la cancelación de las Zonas Económicas Especiales, para lo cual se destinó, sean regresadas al poder de gobierno del estado.
Por otro lado, hay que recordar que el virtual gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, quien si bien recibió ya su constancia de mayoría como gobernador electo y que todavía tendrá que enfrentar los juicios de impugnación al proceso electoral que buscan la nulidad del mismo, como legislador local en la legislatura que está por concluir una de las iniciativas en las que más interés mostró en su momento es que si bien se había dado la cancelación a la Zona Económica Especial, esas tierras fueran destinadas para una figura adicional: una Zona Libre Fronteriza, la cual, aseveró en su momento, tenía más bondades para impulsar el desarrollo económico del municipio porteño, sin que esta iniciativa avanzara del todo.
Cabe apuntar, sólo dos aspirantes a la gubernatura, Alfredo Ramírez uno de ellos, plantearon proyectos específicos para el desarrollo económico ligado a la actividad portuaria.
