Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Una somera revisión a la historia reciente de Mexico, destinada a exhibir las irregularidades cometidas por Ricardo Anaya y por “sus maestros” Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernandez de Cevallos realizó esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario derivó al tema tras analizar el caso de Pemex, argumentando que una de las aristas de la corrupción en la petrolera es implica justamente a Ricardo Anaya.
“Anaya es alumno de quienes empezaron con Salinas de Gortari, con toda la política de pillaje”, señaló. “¿Quién es el maestro de Anaya? Esto es para los jóvenes y también para quienes no lo saben, porque es hasta ahora que se tratan estos temas. Bueno, uno de los maestros de Anaya pues es Diego Fernández de Cevallos”, dijo.
Y rememoró:
“Con Diego se entiende Salinas y es cuando empiezan a entregar todos los bienes de la nación a particulares, Salinas entrega empresas bancos a sus allegados, y el opositor entonces era el pan, pues se entendieron. Y uno de los dirigentes era Fernández de Cevallos”.
Agregó que “hubo una relación estrecha, mucho muy estrecha, ya no hay diferencias entre el PRI y el PAN, es el PRIAN.
“Viene el asesinato del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, en campaña y cambian de candidato en el PRI y postulan a Ernesto Zedillo, esto en 1994. Y el PAN postula a Diego Fernández de Cevallos”.
Tras ello “se lleva a cabo en la campaña un debate, como Diego es parlamentario, leguleyo, gana el debate. Y se va a las nubes su popularidad, empezaban en ese entonces ha hacerse encuestas y después de ese debate: ¡Diego, Diego, Diego! ¿Qué creen que hace el señor? Desaparece, se esconde, un mes. Con el apoyo de los medios y con otras acciones del Estado vuelve Zedillo a tomar fuerza y triunfa Zedillo. En ese entonces se da a conocer de que Diego había recibido unos terrenos en Acapulco, llamados Punta Diamante”.
Y remató:
“A un alumno de Diego, Antonio Lozano, la Procuraduría y ahí se mantenía Diego, en la Procuraduría. Bueno, toda esa historia de contubernios, de complicidades, fue lo que caracterizó la relación de los últimos tiempos entre el PRI y el PAN, entonces esto de ahora es lo mismo. Ayer lo comentaba, a Diego le decían ‘La Ardilla’, porque vivía en Los Pinos”.
Es entonces, dice, cuando aparece Anaya.
“Este señor también iba a Los Pinos y tenía muy buena relación con Peña Nieto, entonces va subiendo subiendo subiendo subiendo subiendo, le ayuda en todo a las privatizaciones de la industria eléctrica, del petróleo y el director de Pemex de ese entonces lo acusa de recibir dinero y la denuncia la presenta el mismo gobierno de Peña Nieto.
“Y ahora que lo citan a declarar se le hace fácil al señor decir, me está persiguiendo el presidente ¿qué tengo que ver yo con toda esta historia que les estoy contando? Nada, lo único que hecho es denunciarlo siempre, pero no es mi fuerte de la venganza, no tengo que ver absolutamente nada con la denuncia de este señor”.
“La denuncia la presenta el mismo gobierno de Peña Nieto. Y ahora que lo citan a declarar se le hace fácil al señor decir, me está persiguiendo el presidente ¿qué tengo que ver yo con toda esta historia que les estoy contando?”
Finalizó reiterando que “él (Anaya) tiene que aclarar si recibió o no recibió el dinero, no hay persecución en este gobierno, pero también tenemos que aclarar, porque lo más importante de la transformación que estamos llevando a cabo es el cambio de mentalidad. Y lograr la no repetición, nunca más historias que avergüenzan”.