“Hemos visto comportamientos y actitudes que repugnan a cualquier demócrata y que nunca más se deben repetir”. No es una denuncia de uno de los múltiples observadores internacionales que han condenado la violencia policial desproporcionada que han sufrido este domingo los ciudadanos catalanes. No: es una sentencia de Mariano Rajoy sobre esos mismos ciudadanos depositando papeletas en urnas. Sobre la actuación de la Policía que está dando la vuelta al mundo, el presidente del Gobierno se limitó a decir que los agentes “han cumplido con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia“.
“Crisis en la UE por la violencia en la votación catalana”, resume el Daily Telegraph
El Gobierno ha cerrado filas en torno a las fuerzas de seguridad y en apenas unas horas se han posicionado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría (“Han actuado de modo proporcional y proporcionado”), el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo (“Estas cosas pueden producirse y se produjeron”), el ministro de Justicia, Rafael Catalá (“Hubo respeto a los ciudadanos, mesura, proporcionalidad”), el de Interior, Juan Ignacio Zoido (“Fue para evitar un mal mayor”) y el responsable de exteriores, Alfonso Dastis (“Algunas imágenes son falsas, son de 2012”).
“Es muy difícil decir que algo que ha pasado delante de tus propios ojos es falso”, respondía a Dastis el corresponsal de la cadena británica Sky News en una entrevista en directo. Gracias a la pasividad de los medios mayoritarios nacionales, la aparición del ministro de Exteriores en un canal extranjero ha sido la única ocasión en la que el Ejecutivo ha tenido que enfrentarse al bochorno internacional que ha producido la dureza de las imágenes de los antidisturbios empleándose a fondo contra personas tratando de resistir pacíficamente.
Spain's Foreign Minister defends actions of the Spanish government in #Catalonia after hundreds of people have been injured trying to vote pic.twitter.com/ZDMuh01sGg
— Sky News (@SkyNews) October 1, 2017
“Dejemos a un lado la política por un momento. Yo hoy he visto con mis propios ojos a la Policía seguir sus propias órdenes, las órdenes de su Gobierno, arrastrando físicamente a la gente fuera de los centros de votación. Estoy seguro de que esto es absolutamente inaceptable en la Unión Europea del siglo XXI, señor”, insistía el reportero británico ante Dastis, que solo acertaba a balbucear: “No estoy seguro de haber visto las mismas imágenes que usted… No fue el Gobierno español el que dio esa orden, sino un juzgado de Barcelona”.
Sólo los medios españoles aceptan la versión del Gobierno de que la Policía se ha limitado a cumplir el “mandato judicial”
La incredulidad de la prensa extranjera con esta postura se ha reflejado en sus portadas, que muestran diferentes escenas de violencia protagonizadas por la Policía española este 1-O. Solo la prensa española ha aceptado la versión de que los agentes se emplearon con tal dureza “por mandato judicial”, como han repetido todos los miembros del Ejecutivo.
El Govern de la Generalitat afirma que hubo 893 heridos, de los cuales cuatro siguen hospitalizados, así como 73 denuncias por agresiones policiales. Este lunes la alcaldesa de Barcelona Ada Colau ha denunciado además que se registraron “agresiones sexuales” por parte de agentes a mujeres. También se registraron disparos con pelotas de goma, cuyo uso está prohibido en Catalunya. La ONU ha exigido que se abra una investigación “imparcial” sobre los hechos, petición a la que se ha sumado Amnistía Internacional al confirmar “con sus observadores el uso peligroso e inadecuado de material antidisturbios y golpes a personas indefensas que no ofrecían resistencia”.
#2Oct #FelizLunes La manipulación de la prensa escrita en España ante la información de la prensa escrita extranjera. Juzgad vosotr@s mism@s pic.twitter.com/qp5NahaduB
— Gustavo Alvarez (@gustyea66) October 2, 2017
“La vergüenza de Europa”, abría este domingo la web de la CNN. “España se desgarra con los 850 heridos en las protestas por el referéndum”, abre este lunes el prestigioso diario británico The Times. “El Golpe de fuerza”, titulaba el francés Liberation con una imagen a toda portada de un ciudadano gritando mientras era apresado por los antidisturbios. El germano Frankfurter Allgemeine escoge una imagen de los enfrentamientos como la única de su portada, mientras que The Guardian, el económico Financial Times, The Independent destacan los “cientos de heridos”. El británico Daily Telegrahp resume: “Crisis en la UE por la violencia en la votación catalana”.
Esta cobertura informativa se ha repetido en prácticamente todos los países que integran la Unión Europea. En España, el Consejo de Informativos de TVE se ha rebelado contra la cúpula directiva por la cobertura informativa del 1-O por, a su juicio, hacer “todo lo posible por difundir una visión parcial y sesgada de los hechos” y silenciar la dureza policial: “En los informativos se minimizó la información sobre lo que estaba ocurriendo en las calles de Barcelona y otras localidades catalanas, con actuaciones de las fuerzas del orden público y votaciones que sí se vieron en otras cadenas”.
¿Una orden de los jueces?
Todos y cada uno de los miembros del Ejecutivo han recalcado que las fuerzas de seguridad han actuado siguiendo “el mandato judicial”, excluyendo cualquier voluntad política de las escenas de represión acaecidas este 1-O. No obstante, fue el Gobierno el que ordenar la movilización extraordinaria en Catalunya de la Policía Nacional y la Guardia Civil desde todos los puntos del Estado, y el que otorgó el mando único de todos los cuerpos de seguridad a un militar, Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil.
El Gobierno tomó esa decisión a pesar de las denuncias de represión policial y violencia desproporcionada que se han efectuado en situaciones de tensión política como la que se vive estos días en Catalunya.
El colectivo de magistrados Jueces para la Democracia ha rechazado esta versión del Gobierno ha condenado “las cargas policiales indiscriminadas contra ciudadanos reunidos pacíficamente”, que convirtieron este domingo “en un día triste para la convivencia democrática y en paz y para el Estado de Derecho”.
Vía Público.es