Metapolítica
Morelia, Michoacán.- “Hemos resistido a las adversidades y seguimos avanzando en la transformación de la vida pública de México”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador esta tarde, durante la celebración de tres años de asumir el cargo de Presidente de México en un evento masivo realizado en el Zócalo de la Ciudad de México, al que asistieron miles de personas, además de gran parte de su gabinete y de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
“Hoy cumplimos tres años de gobierno y estamos de pie, a pesar de la pandemia que tanto dolor nos ha causado, aunque se precipitó la crisis económica originada por el neoliberalismo o neoporfirismo, estamos de pie”, inició el presidente.
López Obrador dijo que “salimos adelante por la fortaleza cultura de nuestro pueblo, que siempre nos ha salvado ante calamidades, pero también por la fórmula que hemos venido aplicando de gobernar con honradez y poner toda nuestra atención en el bienestar de la gente”.
“Es una dicha enorme”, aseguró, “poder decir que casi todas las comunidades de México cuentan con una ayuda, con un apoyo, para mitigar la pobreza y mantener viva la esperanza en el porvenir”.
El presidente dijo que se aumentará la pensión a nueve millones de adultos mayores de 69 años del país, y que “aumentaremos la pensión para niñas y niños con discapacidad, y estamos acordando con los gobiernos estatales extenderla a todas las edades, hacerla universal”.
A partir de enero de 2023, dijo, “aumentará el monto de las becas a estudiantes de familias pobres, de preescolar hasta nivel superior, de modo que cuando menos en los últimos tres años se les incorporará el porcentaje de la inflación”.
Y agregó: “Estas becas benefician a 11 millones de estudiantes de escasos recursos económicos y se invierten en ellas —porque no es un gasto, es una inversión— 75 mil millones de pesos anuales. Es un programa sin precedente en México”.
López Obrador dijo que “garantizar la salud pública ha sido todo un desafío”, debido a la corrupción del sector, aseguró, por la que “un pequeño grupo de proveedores de medicinas, entre los que se encontraban políticos corruptos del viejo régimen, vendían medicinas no sólo a precios exagerados, sino incluso adulteradas o de bajísima calidad”.
“Además, durante el periodo neoliberal fue tanto el abandono de la educación pública que no contamos desgraciadamente con los médicos que necesita el país. Deberíamos tener tres médicos por cada mil habitantes y sólo tenemos 1.2”, aseguró.
Otro de los puntos que tocó fue la educación: “Cancelamos la mal llamada reforma educativa que se quiso imponer sin el acuerdo ni el respaldo de maestras y maestros, que son los que transmiten el conocimiento en las aulas. Al enmendar este absurdo y al tratar con respeto a los educadores, escucharlos y resolver sus justas demandas, hemos evitados conflictos y hemos contado con los maestros y con los padres de familia para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la enseñanza”.
Además, dijo que con “el nuevo Conacyt” se contará con más investigadores y científicos que hagan aportaciones “como la que significó la creación de los ventiladores para tratar enfermos graves de COVID-19”. Y el año próximo, dijo, “si todo marcha bien, contaremos con la vacuna Patria”.
“Es oportuno recordar que mientras estemos en el gobierno no se permitirá el ingreso de maíz transgénico; no se usará fracking para la extracción de crudo; no se otorgarán nuevas concesiones mineras; no se sobrexplotarán los mantos acuíferos; no se permitirá la tala de selvas y bosques; no se autorizará la instalación de basureros de desechos tóxicos o peligrosos; no se permitirá opera a ninguna empresa que no tenga planta de tratamiento de aguas negras; no se permitirán violaciones a la norma de calidad del aire ni cualquier actividad que dañe la salud, destruya el territorio o afecte el medioambiente”, destacó.
“No tengo duda, que pronto, muy pronto, terminaremos de salir en la crisis económica. ¿En qué baso mi optimismo? Primero, en que no nos endeudamos, no nos endeudamos como sucedió en otros países; segundo, en que no se nos cayó la recaudación de ingresos, el ingreso en la hacienda pública. Esto nos permitirá mantener finanzas públicas sanas y suficientes para seguir impulsando el crecimiento y la creación de empleos con obras como el Tren Maya, la nueva refinería, los dos nuevos aeropuertos, el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, las carreteras, con el impulso a la extracción de petróleo, la modernización de las refinerías y de las hidroeléctricas, el rescate de la industria eléctrica nacional y otras acciones financiadas con el presupuesto, sin contratar deuda.
“Otros factores, elementos buenos, favorables, son el gran potencial de crecimiento del sector agropecuario, el aumento en la afluencia turística y la excepcional ventaja que significa el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá para atraer inversión extranjera, generar empleos y fomentar el desarrollo industrial del país”.
“Vamos a producir y vender estos combustibles en el mercado interno. Esto implicará no exportar petróleo crudo y transformar en México toda nuestra materia prima”, aseguró.
Y dijo que para ello, a finales de 2023 “estaremos procesando un millón 200 mil barriles diarios en las seis refinerías que se han venido rehabilitando; 340 mil barriles adicionales en la refinería que compramos a la empresa petrolera Shell, y la misma cantidad, otros 340 mil barriles en la nueva refinería Dos Bocas Paraíso Tabasco. En general, tendremos capacidad para refinar alrededor de un millón 880 mil barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina que equivale a garantizar nuestro consumo nacional”.
La pandemia por COVID-19, dijo, “con el apoyo de todas y todos los mexicanos —porque se gobierna con el pueblo, esa es la democracia: gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. ¿Qué sería de nuestro gobierno sin el respaldo del pueblo? ¡Que viva el pueblo de México!—. La pandemia no desembocó en una crisis de consumo gracias como ya lo expresé a las remesas y a los apoyos de los programas de Bienestar que llegan y se aplican de abajo hacia arriba, no como antes, que primero eran los de arriba porque decían que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la fuerza riqueza permeable o contagiosa. ¡Que se vayan al carajo con ese cuento!”, aseveró entre vítores ciudadanos.
Además, dijo que las acusaciones “de que estamos militarizando al país carece de toda lógica y de la más elemental buena fe. No se ha ordenado a las fuerzas armadas que hagan la guerra a nadie. No se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades y mucho menos que se involucren en acciones represivas. El vasto esfuerzo para construir la paz se ha llevado a cabo sin violaciones a los derechos humanos, sin el involucramiento de las fuerzas federales en masacres, sin cometer torturas, sin desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales como ocurría antes. Ya no aplica el ‘Mátalos en caliente’”, aseguró.
Por el contrario, reconoció a los elementos castrenses por auxiliar a la población ante desastres, inundaciones, temblores, en acciones también de desarrollo, bienestar y paz: “Es refrendo de su lealtad al pueblo y a las instituciones civiles. Esa participación de las fuerzas armadas, además, contribuye a dejar atrás la distancia y hasta la desconfianza entre civiles y militares que se generó por las decisiones erróneas y perversas de los anteriores gobiernos”.
“Las fuerzas armadas —no lo olvidemos— nacieron con la Revolución mexicana, no es un ejército de élite, no pertenece a la oligarquía, no es igual a otros ejércitos del mundo. Las fuerzas armadas surgen del pueblo. ¡Los soldados son pueblo uniformado!”, afirmó, y reconoció a la Semar y a la Sedena “por su entrega por su respaldo”.
Este es un fragmento íntegro del discurso del presidente:
“Amigas y amigos, como en los mejores tiempos nos volvemos a concentrar en este Zócalo democrático de la capital de la República. Hoy cumplimos tres años de gobierno y estamos de pie, a pesar de la pandemia que tanto dolor nos ha causado, aunque se precipitó la crisis económica originada por el neoliberalismo o neoporfirismo, estamos de pie. Hemos resistido a las adversidades y seguimos avanzando en la transformación de la vida pública de México.
“Salimos adelante por la fortaleza cultura de nuestro pueblo, que siempre nos ha salvado ante calamidades, pero también por la fórmula que hemos venido aplicando de gobernar con honradez y poner toda nuestra atención en el bienestar de la gente. Es una dicha enorme poder decir que casi todas las comunidades de México cuentan con una ayuda, con un apoyo, para mitigar la pobreza y mantener viva la esperanza en el porvenir.
“Ya estamos cumpliendo con aumentar la pensión a nueve millones de adultos mayores de 69 años del país. Aumentaremos la pensión para niñas y niños con discapacidad, y estamos acordando con los gobiernos estatales extenderla a todas las edades, hacerla universal.
“A partir de enero del año próximo aumentará el monto de las becas a estudiantes de familias pobres, de preescolar hasta nivel superior, de modo que cuando menos en los últimos tres años se les incorporará el porcentaje de la inflación. Estas becas benefician a 11 millones de estudiantes de escasos recursos económicos y se invierten en ellas —porque no es un gasto, es una inversión— 75 mil millones de pesos anuales. Es un programa sin precedente en México.
“Garantizar la salud pública ha sido todo un desafío. La corrupción en el sector salud llegó al extremo de que antes un pequeño grupo de proveedores de medicinas, entre los que se encontraban políticos corruptos del viejo régimen, vendían medicinas no sólo a precios exagerados, sino incluso adulteradas o de bajísima calidad. Además, durante el periodo neoliberal fue tanto el abandono de la educación pública que no contamos desgraciadamente con los médicos que necesita el país. Deberíamos tener tres médicos por cada mil habitantes y sólo tenemos 1.2.
“El control de la pandemia nos está permitiendo regresar a nuestro plan original de cuatro puntos para mejorar los servicios de salud: médicos, medicamentos, buenas instalaciones y basificación a los trabajadores del sector. Está en marcha el programa de formación de médicos generales y se han ampliado las plazas para residentes o especialistas. La creación de nuevas escuelas de Medicina, como la Escuela de Medicina del gobierno de la Ciudad de México, y las 40 escuelas de Medicina y Enfermería del Sistema de Educación Benito Juárez nos han permitido tener más espacios para terminar con la absurda política de rechazar a quienes desean estudiar.
“Hemos abierto nuevos espacios de formación en hospitales de la Secretaría de Salud, el ISSSTE, el IMSS, Pemex, la Sedena, Marina… Esto nos ha permitido pasar de 8 mil médicos que se admitieron para especialización en 2018, a 18 mil en 2021, y junto con becas que otorgaremos para hacer estudios en el extranjero en el 2024, el déficit de especialistas se reducirá en 25%. Continuaremos con las compras consolidadas de medicina en México y en el extranjero para perfeccionar el sistema de abasto y distribución sin intermediarios ni corrupción. Así como lo hicimos con las vacunas, en enero se iniciará un plan general de distribución de medicamentos apoyado por las fuerzas armadas con transporte terrestre y aéreo para hacer llegar las medicinas hasta los centros de salud y hospitales más apartados del país.
“Asimismo, cumpliremos con basificar a los 80 mil trabajadores de la salud como fue nuestro compromiso original. Adelanto que todos los que fueron contratados para atender la crisis sanitaria mantendrán su empleo. En síntesis, el sueño que quiero convertir en realidad es que al final del gobierno el sistema de salud pública permita que cualquier persona sin importar su condición económica, social o cultural sea atendida como lo merece, con médicos, especialistas, estudios y medicamentos gratuitos y que la salud deje de ser en definitiva un privilegio y se convierta en un derecho universal de nuestro pueblo.
“Como es sabido la pandemia también causó estragos en el ámbito educativo, aun cuando de inmediato y con eficacia iniciamos un amplio programa de educación a distancia, nada puede sustituir la educación presencial, no sólo porque es una forma de aprendizaje más efectiva, sino porque permite la convivencia social en la escuela. La escuela es el segundo hogar para los estudiantes, por eso nos propusimos iniciar el regreso a clases presenciales con el nuevo ciclo escolar, y hoy están asistiendo a las aulas 23.5 millones de estudiantes de nivel básico con el apoyo —y lo reconozco y lo agradezco— de un millón 800 mil maestras, maestros y trabajadores de la educación.
“Con el programa La Escuela es Nuestra a finales de este año se habrán entregado apoyos directos a sociedades de madres y padres de familia para el mantenimiento de 60 mil planteles, el 30% de todas las escuelas de educación pública, y seguiremos avanzando hasta llegar al 100% de los centros escolares del país.
“Cancelamos la mal llamada reforma educativa que se quiso imponer sin el acuerdo ni el respaldo de maestras y maestros, que son los que transmiten el conocimiento en las aulas. Al enmendar este absurdo y al tratar con respeto a los educadores, escucharlos y resolver sus justas demandas, hemos evitados conflictos y hemos contado con los maestros y con los padres de familia para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la enseñanza.
“Con el nuevo Conacyt –el nuevo Conacyt– tendremos más investigadores y científicos que hagan aportaciones como la que significó la creación de los ventiladores para tratar enfermos graves de COVID-19, y el año próximo, si todo marcha bien, contaremos con la vacuna Patria.
“Es oportuno recordar que mientras estemos en el gobierno no se permitirá el ingreso de maíz transgénico; no se usará fracking para la extracción de crudo; no se otorgarán nuevas concesiones mineras; no se sobreexplotarán los mantos acuíferos; no se permitirá la tala de selvas y bosques; no se autorizará la instalación de basureros de desechos tóxicos o peligrosos; no se permitirá opera a ninguna empresa que no tenga planta de tratamiento de aguas negras; no se permitirán violaciones a la norma de calidad del aire ni cualquier actividad que dañe la salud, destruya el territorio o afecte el medioambiente.
“No tengo duda, que pronto, muy pronto, terminaremos de salir en la crisis económica. ¿En qué baso mi optimismo? Primero, en que no nos endeudamos, no nos endeudamos como sucedió en otros países; segundo, en que no se nos cayó la recaudación de ingresos, el ingreso en la hacienda pública. Esto nos permitirá mantener finanzas públicas sanas y suficientes para seguir impulsando el crecimiento y la creación de empleos con obras como el Tren Maya, la nueva refinería, los dos nuevos aeropuertos, el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, las carreteras, con el impulso a la extracción de petróleo, la modernización de las refinerías y de las hidroeléctricas, el rescate de la industria eléctrica nacional y otras acciones financiadas con el presupuesto, sin contratar deuda.
“Otros factores, elementos buenos, favorables, son el gran potencial de crecimiento del sector agropecuario, el aumento en la afluencia turística y la excepcional ventaja que significa el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá para atraer inversión extranjera, generar empleos y fomentar el desarrollo industrial del país.
“Hay factores que ayudarán mucho a seguir produciendo alimentos y a revertir el abandono del campo. Uno de ellos será seguir beneficiando a los pequeños productores, comuneros, ejidatarios, pequeños propietarios, c on precios de garantía, la entrega de fertilizantes gratuitos y los programas de producción para el bienestar.
“También impulsaremos la economía con la incorporación de 100 mil hectáreas de canales de riego que estarán terminados en 2024 y que estamos construyendo en el norte de Nayarit, y en la presa de Santa María y Picachos, en Sinaloa, así como el nuevo distrito de riego de los pueblos yaquis.
“En el sector energético lograremos el objetivo de dejar de comprar en el extranjeros gasolinas y diésel. Vamos a producir y vender estos combustibles en el mercado interno. Esto implicará no exportar petróleo crudo y transformar en México toda nuestra materia prima. Para ello, a finales de 2023 estaremos procesando un millón 200 mil barriles diarios en las seis refinerías que se han venido rehabilitando; 340 mil barriles adicionales en la refinería que compramos a la empresa petrolera Shell, y la misma cantidad, otros 340 mil barriles en la nueva refinería Dos Bocas Paraíso Tabasco. En general, tendremos capacidad para refinar alrededor de un millón 880 mil barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina que equivale a garantizar nuestro consumo nacional.
“Con la nueva reforma constitucional que enviamos al congreso, la nueva iniciativa de ley, vamos a recuperar el equilibrio perdido con la política energética neoliberal que contraria al interés público y de manera perversa buscaba arruinar a la industria eléctrica nacional y dejar el mercado en manos de empresas privadas, principalmente extranjeras. También en esa iniciativa va la resolución de que el litio sea propiedad de la nación.
“Para garantizar la generación suficiente de electricidad se ha iniciado un programa de modernización de turbinas y otros equipos complementarios en 16 hidroeléctricas. Asimismo, se están licitando para su construcción seis plantas termoeléctricas y está por comenzar la construcción del parque de generación de energía solar en Puerto Peñasco, Sonora, más otras acciones que sumadas harán posible que sigamos produciendo lo que se requiere para el consumo doméstico y empresarial, evitando fallas o apagones, con un mejor control en el manejo de las líneas de transmisión, y lo más importante: mantener sin aumento, en términos reales, el costo de la energía eléctrica para los consumidores.
“La atención especial al sur-sureste está cambiando el perfil del desarrollo en nuestro país. Por ejemplo, el Tren Maya implica una inversión del orden de 150 mil millones de pesos para construir mil 500 kilómetros de vías férreas con trenes rápidos y modernos que podrán introducir a turistas que llegan a Cancún, Playa del Carmen y Tulum, Quintana Roo, hacia Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco.
Se dispondrán de 42 trenes con 243 vagones, los cuales serán fabricados por la empresa Bombardier y Alstom en Ciudad Sahagún del estado de Hidalgo, mediante un contrato que ya suscribimos de adquisición de 36 mil millones de pesos del presupuesto público. En cuanto al nuevo aeropuerto de Tulum, ya se cuenta con el terreno —mil 200 hectáreas— y se ha iniciado el proyecto técnico para empezar la obra a principios del año próximo y terminarla en diciembre de 2023.
“Otro proyecto importante para el desarrollo del sur-sureste es el tren del Istmo de Tehuantepec que unirá a los países del Pacífico con la costa este de Estados Unidos. El puerto de Salina Cruz está siendo modernizado con muelles, patios de contenedores y almacenes y la construcción de un rompeolas de un kilómetro y medio mar adentro. Lo mismo estamos haciendo con la ampliación del puerto de Coatzacoalcos, en el golfo de México. La comunicación entre este puerto y el de Salina Cruz se realizará por una línea de ferrocarril de carga y de pasajeros, que se está reconstruyendo para hacer el traslado de un océano a otro en seis horas. El proyecto contempla la creación a lo largo del trayecto de puerto a puerto de 10 parques industriales, de los cuales ya contamos con ocho de 320 hectáreas en promedio cada uno. Allí, las empresas tendrán estímulos fiscales en IVA y en ISR con el propósito de que se creen empleos y esta zona se convierta en una cortina de oportunidades para quienes se ven obligados a emigrar del sur a la frontera norte de mejores condiciones de vida y de trabajo.
“El proyecto incluye también la rehabilitación de 310 kilómetros de vías férreas de Coatzacoalcos a Palenque con conexión al Tren Maya, más un ramal de Estación Chontalpa a la refinería de Dos Bocas, así como 472 kilómetros de vías férreas también para carga y pasajeros de Ixetepec, Oaxaca, a Ciudad Hidalgo, Chiapas, es decir, hasta la frontera con la hermana República de Guatemala.
“Tenemos un potencial turístico cuantioso, gracias a la riqueza geográfica y algo que no debemos olvidar: gracias a las culturas de México. En todo el territorio hay bellezas naturales incomparables y una diversidad cultural conformada por 62 etnias, y así como estamos promoviendo el sureste y el istmo con la construcción de aeropuertos, buenas carreteras y trenes modernos, también estamos atendiendo la costa de Jalisco, Nayarit y Sinaloa, incluyendo el rescate de las islas Marías, que antes fueron un temido penal y que ahora se están convirtiendo en una escuela para el cuidado del medioambiente y el turismo cultural e histórico.
“También vamos a terminar el año próximo una moderna carretera desde la ciudad de Oaxaca hasta Puerto Escondido y Huatulco…”.
Puedes ver el discurso completo en este enlace: