Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Producto de las presiones políticas ejercidas por el sector magisterial, renunció a su cargo el director General de Educación Indígena del Gobierno del Estado, David Daniel Romero Robles.
Así lo anunció la tarde de este viernes, y su renuncia es con carácter de “irrevocable”, según el documento que socializó.
El cargo lo ejerció desde el 1 de noviembre de 2021 hasta este viernes, en el cual, dijo “el único interés de dicha decisión es el de evitar posibles divisiones, confrontaciones y polarización entre las comunidades originarias de nuestra entidad, pues pertenezco a una de ellas y estoy convencido de que, el día de hoy, la cohesión social es imprescindible, ya que el momento que atravesamos exige una sociedad que permanezca unida para lograr la recuperación total tras los estragos sociales y económicos que han vivido el mundo, el país y nuestro querido Michoacán tras la pandemia y muchos otros acontecimientos de diversa naturaleza”.
“A la par, reafirmo mi compromiso con la educación y la formación de la infancia y la juventud michoacanas, particularmente las indígenas, por lo cual deseo que mi decisión permita continuar con las clases de niñas, niños adolescentes y jóvenes indígenas de todas las regiones del estado, quienes necesitan más que nunca volver a experimentar la cercanía, la confianza y la unión que sólo se alcanzarán con las clases presenciales”, remarcó en su documento, el cual concluyó agradeciendo al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla el nombramiento al que renuncia.
Romero Robles se convirtió en un tema más de las protestas y amagos de bloqueos a las vías férreas por parte de la Sección IX de Educación Indígena y de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ya que argumentaban estar en contra de su designación.
De acuerdo con diversas fuentes, la Dirección de Educación Indígena, durante las administraciones estatales pasadas, se había convertido en un botín, ya que se dejaba a dicha sección magisterial elegir el perfil que ocuparía ese encargo, dejando de lado las facultades que el Ejecutivo tiene para realizar sus nombramientos.
