Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La diputada local Adriana Hernández Íñiguez presentó una iniciativa para que se realicen estudios de impacto social en cualquier municipio de Michoacán, antes de realizar obras de infraestructura, con la finalidad de preservar el tejido social y el medioambiente.
Mencionó como ejemplos el proyecto “Papaloapan”, que trajo consigo varias obras públicas en Oaxaca en la década de los cincuenta, implicando el desplazamiento de cientos de pobladores indígenas de la región y la inundación de numerosos poblados.
Así como la construcción del aeropuerto central de la capital del país al inicio de esa misma década, lo que implicó la expropiación de tierras de las comunidades del Peñón de los Baños y San Juan de Aragón, habiendo provocado esto la pérdida de derechos agrarios de cientos de campesinos y el desplazamiento de algunos de ellos hacia nuevos centros de población en el estado de Morelos.
La legisladora dijo que tales ejemplos no tienen otro objetivo que ilustrar sobre las consecuencias que la obra pública tiene sobre el entorno social, ya que en muchas ocasiones estas violentan derechos fundamentales en prejuicio del tejido social y medioambiente.
En su participación en Tribuna, durante la primera sesión del segundo periodo legislativo, comentó que se debe contribuir a aligerar la tensión existente entre la satisfacción de servicios y la preservación de la identidad comunitaria y el medioambiente.
Agregó que la incorporación de estudios sobre impacto social a los procesos de obra pública no es tan sólo un imperativo ético, sino una obligación legal derivada de la suscripción de México a diversos tratados internacionales.
La iniciativa pretende reformar el artículo 10 de la Ley de Obra Pública y Servicios relacionados con la misma para el Estado de Michoacán de Ocampo y sus Municipios; en donde se establezca que se tienen que realizar estudios de impacto social previo a la publicación de una convocatoria para la licitación de un contrato.