Gustavo R. Gallardo / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El presidente Andrés Manuel López Obrador reviró a Felipe Calderón sobre que la estrategia de “abrazos, no balazos” no es para mandarles abrazos a los delincuentes, sino para atender las necesidades de los jóvenes que fueron olvidados durante el periodo neoliberal con el fin de que no sigan siendo reclutados por el crimen organizado.
Ayer, el expresidente Felipe Calderón tuiteó: “Lo cínico, lo realmente cínico es mandarles abrazos a esos asesinos”.
En conferencia de prensa, López Obrador dijo al respecto que él no manda abrazos a delincuentes, sino que su estrategia es enviar apoyos a los jóvenes para que no sean reclutados por grupos delincuenciales, ante necesidades económicas y educativas.
“Es interesante el tema… dice que yo le mando a decir a los asesinos: ‘abrazos, no balazos’. No mando a decirles a ellos eso. Yo creo que la mejor forma de enfrentar el problema de la violencia es atendiendo las causas y voy a sostenerlo, no se puede apagar el fuego, la violencia no se puede enfrentar con la violencia”, dijo el mandatario.
Y agregó: “En eso somos distintos, él y yo. Él (Calderón) piensa que el mal hay que enfrentarlo haciendo el mal. Yo no sé cómo se dice católico, que tiene que apegarse al nuevo testamento que no es la ley del talión, que no es el ojo por ojo, diente por diente, y quieren resolver los problemas con el uso de la fuerza, con la violencia”.
López Obrador dijo que sostendrá la estrategia de “abrazos, no balazos”, ya que “si se atiende a los jóvenes, si se dan opciones, alternativas, si la gente tiene trabajo, vamos a vivir en una sociedad mejor”.
De eso, dijo, “no tengo la menor duda, y en eso discrepamos. Él no está pensando en eso, pero no sólo es él, son los conservadores, son millones que piensan de esa manera”.
El mandatario mexicano dijo que él pienso así, sino que sostiene que “el ser humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias las que llevan a muchos a tomar el camino de las conductas antisociales”.
“¿Qué hago o qué pienso se debe de hacer? Atender las causas, los orígenes de la violencia (…) ¿Cuánta desintegración familiar se originó durante el periodo neoliberal? ¿Dónde están los estudios sobre eso, de niños, huérfanos, jóvenes, que crecieron sin padres, sin madres, ¿cómo están las cárceles? Llenas de jóvenes, de familias desintegradas. Si eso no lo atendemos, ¿cómo vamos a resolver las cosas? ¿Sólo ametrallando? Esa es una discusión de fondo”, aseveró.
