Metapolítica
Ciudad de México.- La Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) expresó ante organizaciones ambientales y empresarios las “serias preocupaciones” en torno a la política energética que promueve el Gobierno de México, pero a la vez analiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos bajo el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo que la oficina a su cargo estudia la evolución de las decisiones de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia energética, incluidas las acciones que tienen como fin aumentar el control estatal y limitar la competencia en el sector energético y los cambios en la Ley de la Industria Eléctrica, los cuales no fueron aplicados por los amparos interpuestos.
Tai subrayó que “las políticas energéticas de México dañan el medio ambiente, las empresas estadunidenses y los intereses de los inversionistas en múltiples sectores, y obstaculizan los esfuerzos conjuntos para mitigar el cambio climático”.
Las asociaciones empresariales y empresas estadounidenses manifestaron sus preocupaciones como los retrasos para otorgar permisos para instalar parques de generación de energía renovable, así como los cierres abruptos de numerosas terminales de combustible cerca de la frontera con Estados Unidos.
Estas medidas, dijeron los participantes, “están debilitando la confianza de los inversionistas en México, a expensas del medioambiente, restringiendo las exportaciones de combustible de Estados Unidos y perjudicando los esfuerzos para mejorar la competitividad de América del Norte a medida que el gobierno de Estados Unidos busca implementar más plenamente el T-MEC”.
Las ONG ambientalistas aseguraron que las acciones del gobierno mexicano “paralizan la expansión del desarrollo de energía renovable en México y obstaculizan los esfuerzos para lograr los objetivos ambientales y climáticos para las comunidades en toda América del Norte”.
Asimismo, destacaron que ambos países deben fortalecer, en vez de debilitar, las capacidades para proteger el medioambiente durante la promoción del comercio y la inversión en energía renovable que combatirá el cambio climático.
Con información de La Jornada
