“El doctor en Ciencias Fidel Castro Díaz-Balart, quien venía siendo atendido por un grupo de médicos desde hace varios meses con motivo de un estado depresivo profundo, atentó contra su vida en la mañana de hoy primero de febrero”, detalla el diario Granma.
Castro Díaz-Balart (1 de septiembre de 1949, La Habana) fue el único hijo de Fidel Castro con su primera esposa, Mirta Díaz-Balart, una joven de una prominente familia habanera de la que se divorció en 1955. Tenía cinco hermanastros reconocidos, hijos de Castro con su segunda esposa, la maestra Dalia Soto del Valle, y al menos una hermanastra no reconocida, Alina Fernández Revuelta, hija de Fidel Castro con su amante Naty Revuelta. Por vía materna era primo de dos prominentes políticos anticastristas de Florida, Mario y Lincoln Díaz-Balart.
Se doctoró en Ciencias Físico Matemáticas por el Instituto de Energía Atómica I. V. Kurchatov, uno de los principales centros de investigaciones atómicas soviéticos, del que fue investigador. En 1974 se graduó suma cum laude en Física Nuclear por la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú.
De 1980 a 1992 fue Secretario Ejecutivo de la Comisión de Energía Atómica de Cuba. El hijo de Fidel Castro Ruz (1926-2016) fue el responsable de desarrollar la Planta Nuclear de Juraguá (al oeste de la bahía de Cienfuegos), una ciudad nuclear que no llegó a ser completada por el colapso de la Unión Soviética y hoy permanece abandonada. El final de aquel ambicioso proyecto fue la gran frustración de su carrera. En 1992 Granma anunció su destitución al frente de la Secretaría de Asuntos Nucleares y poco después su padre afirmó que se debió a su “ineficiencia en el desempeño de sus funciones”. Desapareció del escenario hasta 1999, cuando fue nombrado asesor en el Ministerio de la Industria Básica, cargo que compatibilizó con la divulgación científica como físico nuclear.
Su contacto con su padre en sus años de crecimiento y formación fue limitado, como reconocía en 2013 en una entrevista con Rusia Today: “No es un secreto que en los años de mi adolescencia y primera juventud en Cuba habia una situacion muy compleja (…), e indudablemente tanto él como los otros principales líderes tenían poco contacto. No tenían la posibilidad que tiene un ser humano normal de llegar a la casa tranquilo”.
“Había un filósofo español, Ortega y Gasset, que decía: “Yo soy yo y mis circunstancias”. Eso puede decirlo cualquiera”, sonrió, vestido de traje y con su barba idéntica a la del padre. “Y eso lo puedo repetir yo también”.
Vía El País