De acuerdo con el diario El País, el lavado de dinero de Collado “arrancaba con un ingreso en efectivo en una casa de cambio mexicana” (Tiber, ByB y Eurofimex, y la sociedad fiduciaria Grupo Fidemont), y luego transfería el recurso a una cuenta en la Banca Privada d’Andorra a nombre de una sociedad de papel.