“Hemos concebido a los fuegos artificiales como un sinónimo de fiesta, cultura y alegría, pero eso debemos de ser críticos y reconocer que estos provocan consecuencias perjudiciales al medio ambiente, que va desde cuestiones de contaminación ambiental y acústica, incendios y en casos severos, accidentes o incluso la muerte”, explicó Reyes Galindo.