“Esto implica o al menos presume la existencia de actos de corrupción, al vender (el software espía) al gobierno a precios inflados entre los años 2012 y 2018”, dijo Nieto.
Muchos críticos de la actual administración federal han reclamado que se le dispense buen trato a Lozoya aun cuando es un delincuente confeso; el presidente López Obrador, en tanto, ha asegurado que es una estrategia para desbaratar hasta el fondo la trama de los sobornos en México.