Tres periodistas han sido asesinados en México en menos de un mes. Los tres homicidios tuvieron lugar en entidades con presencia del crimen organizado: Guerrero, Veracruz y Chihuahua. En este último estado se perpetró el más reciente crimen contra la prensa mexicana cuando un sujeto arrebatara la vida a Miroslava Breach Velducea tras dispararle en ocho ocasiones.
“Estamos indignados por el brutal asesinato de Miroslava Breach… Esta ola de violencia amenaza el derecho ciudadano a recibir información vital y daña a la democracia mexicana al limitar el debate público. Instamos al gobierno federal mexicano a poner fin a esta ola de violencia al enjuiciar a todos los autores del crimen”, exigió Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés).
Los datos con los que cuenta este Comité colocan a México como el sexto país más peligroso para la prensa a nivel mundial debajo de países como Somalia, Irak, Siria, Filipinas y Sudán del Sur. A nivel regional, la nación es la más violenta para este gremio en toda América, secundado por Brasil que se sitúa en un noveno lugar internacional. La estela de asesinatos que ha llevado a México a ese nada honroso peldaño se ha cobrado la vida de 103 periodistas en los últimos 17 años, 30 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, como reporta la organización Artículo 19.
Miroslava, cuya línea de investigación periodística se centraba en temas relacionados al crimen organizado y a la corrupción, fue asesinada frente a su casa. El gobernador del estado, Javier Corral Jurado, quien manifestó la estrecha cercanía que tenía con la periodista, ha dicho que se tiene como línea de investigación el trabajo periodístico que ella desempeñaba y no ha descartado que la delincuencia organizada esté detrás de su muerte o que haya un móvil político.
Cuatro días antes del homicidio de la corresponsal del diario La Jornada, uno de los medios de circulación nacional de México, el periodista Ricardo Monlui, de 57 años de edad, fue asesinado a balazos en el municipio de Yanga, en el estado de Veracruz, uno de los más violentos para ejercer periodismo, cuando salía de un restaurante acompañado de su esposa y de su hijo.
Semanas atrás, Cecilio Pineda Brito, quien publicaba artículos sobre el crimen organizado en las redes sociales y colaboraba con varios medios en Guerrero, el estado con el mayor número de homicidios en todo México, fue acribillado por sujetos armados que iban a bordo de una motocicleta cuando él descansaba en una hamaca de un lavado de autos mientras esperaba por su vehículo en el municipio de Ciudad Altamirano.
Frente a estos casos, un grupo de periodistas y organizaciones civiles de México han convocado a una jornada de protestas este sábado 25 de marzo “contra la nula respuesta de las autoridades a la treintena de asesinatos cometidos” durante la presente administración y ante la impunidad que “sigue siendo una luz verde para quienes han decidido aniquilar a los testigos del acontecer diario, a los informadores”.
“Exigimos de las autoridades un cambio completo de actitud, que pasen de la negligencia o la complicidad a un compromiso verdadero. Y por lo pronto, demandamos que se completen las investigaciones pendientes y se inicien las de nuestros compañeros asesinados recientemente, que sean honestas, transparentes y profesionales”, demandaron organismos como la Red de Periodistas a Pie, PEN México y la Casa de los Derechos de los Periodistas y alrededor de 300 periodistas de todo el país.
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El periodismo mexicano vive horas negras tras el asesinato de Miroslava Breach
