La elección de Edomex tendrá su definición en el voto de los indecisos. Es la certeza que sobrevuela los tres principales comandos de campaña. Delfina Gómez (Morena) juega su suerte a ese factor – que los que generalmente no votan o son apáticos ahora voten -, Josefina Vázquez Mota apuesta por ese público pero lo combina con el voto duro del PAN, y Alfredo Del Mazo por ahora intenta conquistar el voto duro del PRI en su bastión histórico.
Los últimos balances de una carrera que se respira en Los Pinos comienzan a indicar que Del Mazo también tiene que jugar fuerte a ese segmento porque esta vez, por primera vez en décadas, la estructura podría ya no ser suficiente. Eruviel Ávila le explicó esto a Luis Videgaray recientemente. El canciller se ha convertido en el manager absoluto de esta contienda.
Los sondeos reservados que maneja el Gobierno – así como algunos públicos editados en los medios de comunicación – dicen que los indecisos por ahora están muy lejos del PRI. Esto está comenzando a generar una situación de zozobra en los máximos niveles.
El análisis que allí se realiza es el siguiente: el PRI sigue siendo fuerte en el despliegue territorial. Otorgar apoyos sociales, comprar votos, movilizar electores, etc. El problema es el mensaje. La campaña esta ahora es muy errática en ese aspecto. Uno de los entornistas de Enrique Peña Nieto ha señalado el problema que existe en las redes sociales de Del Mazo. Entre los “likes” de Facebook y las expresiones negativas de esa red social la brecha es muy corta. El panorama empeora cuando se descubre que los likes son en su mayoría “bots” o seguidores operados por el partido (todos parecen tener titulo universitario y manifestarlo) mientras que los mensajes negativos provienen de personas reales.
Otro problema que se detecta: la campaña en redes está excesivamente unilateral. Del Mazo manda saludos con su esposa, muestra calcetas de colores y emite slogans del tipo “combatiendo la pobreza”. La interacción en inexistente.
Sin un mensaje consistente será muy difícil atraer indecisos o apáticos. Por eso Videgaray intervino en el comando electoral, desplazó a Enrique Jacob Rocha y encumbró a Sandra América Rodríguez en la comunicación. “Sandra ya jugó en varias elecciones pero no ganó ninguna”, se quejan en el círculo primario del poder.
La inquietud principal por estas horas es que Del Mazo, si la segunda es Delfina, tiene que ganar por un buen margen porque de los contrario Morena va a denunciar fraude y el Edomex puede transformarse en el epicentro de un estallido social similar al de enero con el gasolinazo.
Vía LPO