“Si mañana fueran las elecciones en México, un candidato de izquierda y antiestadounidense ganaría y eso no le conviene a Estados Unidos… ni a México”, señaló ayer miércoles el senador republicano John Mc Cain a lo que el secretario de Seguridad Interior John Kelly replicó: “No sería bueno para Estados Unidos ni para México”.
El ascenso de Andrés Manuel López Obrador ya no pasa desapercibido en Washington donde se escuchan las primeras inquietudes sobre el futuro del país en caso de que Morena logre la presidencia en 2018.
Durante una audiencia en el Senado estadounidense, el funcionario de la administración de Trump defendió la construcción del muro fronterizo. Sin embargo, el senador McCain le recordó que existe un problema adicional a todos los que se han mencionado antes (el dinero para pagarlo, el impacto ambiental y la dificultad de los terrenos): el sentimiento antiestadounidense que enarbola el candidato de izquierda en México, de quien no mencionaron su nombre.
En la audiencia, que duró dos horas con 25 minutos, el secretario Kelly sostuvo que las primeras órdenes migratorias del presidente Donald Trump han servido como medidas de disuasión, a fin de que no crucen más la frontera los migrantes indocumentados.
Explicó que en cinco meses se ha visto una reducción del número de personas que llegan a Estados Unidos sin documentos, pero enfatizó que se tienen dos meses consecutivos en que “el tráfico humano se ha reducido significativamente respecto a las mujeres jóvenes y las familias, lo que es aún más significativo y todo esto es resultado de lo que hemos hecho en la frontera”, señaló.