La Primera Guerra Mundial fue un conflicto que enfrentó a las Potencias centrales (El Imperio Austro-húngaro, el Imperio Alemán, el Imperio Otomano y el Reino de Bulgaria) Contra los Aliados (El Imperio Británico y sus colonias, Francia y sus colonias, el Imperio Ruso, Estados Unidos, el Reino de Italia, el Imperio Japonés, Serbia, Rumanía, entre otros países.
A lo contrario de lo que se pueda pensar, los 4 Imperios que desaparecieron no eran solo del bando que perdió la Primera Guerra Mundial. También hubo un Imperio de los Aliados que sucumbió durante la Primera Guerra Mundial. El mapa de Europa cambio radicalmente tras la guerra, con el nacimiento de hasta 8 nuevos estados.
El fin de los Romanov
El Imperio Ruso era un coloso estado de unos 22 millones de km2 y 180 millones de habitantes, súbditos del Zara Nicolás II. El todopoderoso emperador era el hombre más rico de su época, por lo contrario su pueblo pasaba hambre y vivía en unas condiciones paupérrimas. Ese hecho provocó un distanciamiento de los vasallos rusos de su monarca, que estallaría durante la Primera Guerra Mundial.
La entrada en la Primera Guerra Mundial para proteger a su aliados eslavo Serbia del Imperio Austro-Húngaro fue un gran desastre. El Imperio Alemán declaró la Guerra al Imperio Ruso. Los alemanes eran inferiores en número pero infinitamente superiores en tecnología.
Las aplastantes victorias de los alemanes en la Batalla de Tannenberg y la Batalla de lo lagos Masurianos comenzaron a generar un descontento social generalizado entre los rusos. En Febrero de 1917, comenzaron a aparecer movimientos marxistas que desencadenaron en la abdicación del Zar Nicolás II, el 15 de Marzo de 1917, acabando de esta manera con el Imperio Ruso. Finalmente Rusia se retiró de la Primera Guerra Mundial con el Pacto de Brest-Litovsk, firmado el 3 de marzo de 1918.
El fin de 800 años de distanía Hasburgo
Tras la desintegración del Imperio Austro-Húngaro surgieron estos estados. La Primera República de Austria, la Primera República Checoslovaca, la República Popular de Hungría, la Segunda República Polaca, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Futura Yugoslavia) y concesiones importantes de terreno al Reino de Rumanía y al Reino de Italia.
El último Reich imperial
El Imperio Alemán era una de las grandes potencias industriales del mundo a finales del siglo XIX y principios del Siglo XX. Entró en la Primera Guerra Mundial apoyando los planes de la invasión del imperio Austro-Húngaro a Serbia. Lo que fue considerado por algunos historiadores como “Cheque en blanco” y penalizó a Alemania en el Tratado de Versalles.
El Imperio Alemán comenzó con la Primera Guerra Mundial con grandes victorias en el frente Occidental. Pero Pronto se quedarían atascados cerca de París en una guerra de trincheras y de desgaste que acabaría con millones de vida tanto de soldados franceses como soldados alemanes. En el frente Oriental las batallas de Tannenberg y de la batalla de lo lagos Masurianos hicieron que los alemanes sentirse superiores en el frente Oriental.
Todo y que Alemania consiguió la rendición mediante el Tratado de Brest-Litovsk, el 3 de Marzo de 1918, la rendición de Rusia y cese de una gran porción de su territorio. El frente Occidental estaba muy atascado, la incorporación de los Estados Unidos causó estragos en el frente occidental, obligando al ejército Alemán a replegarse en Bélgica.
La situaciones de deserción y las revueltas sociales en Alemania. Acabaron con una revolución social en Berlín que provocó la abdicación del Kaiser Guillermo II, el 11 de Noviembre de 1918. Alemania firmaría el armisticio y la consecuente fin de la Guerra.
La muerte del hombre enfermo de Europa
El Imperio Otomano. El Imperio Otomano, fue el último imperio en desaparecer tras la Primera Guerra Mundial, fundado en el año 1299 y disuelto el 1 de Noviembre de 1922, tras 623 años de Historia.
El Imperio Otomano fue el imperio más antiguo de los 4 que cayeron tras la Primera Guerra Mundial. También fue el último imperio en disolverse. El Imperio Otomano entró en la Primera Guerra Mundial como aliado de las potencias centrales, el Imperio Austro-Húngaro y el Imperio Alemán.
Durante el siglo XIX diversos estados, principalmente de Europa comenzaron a independizarse del Imperio Otomano. Esto provocó que progresivamente el Imperio Otomano se fuera debilitando antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial.