Después de tres meses en Guatemala y de un traslado que duró varias horas, Javier Duarte llegó finalmente a México para enfrentar a la Justicia por las múltiples causas que tiene en su contra. Será apresado en el Reclusorio Norte, a la espera de un largo juicio.
El ex gobernador, que es acusado por delitos de corrupción y, más grave, de participación con organizaciones criminales y lavado de dinero, llegó al país alrededor de las once de la mañana, después de haber sido entregado formalmente en el Aeropuerto de Guatemala a las autoridades mexicanas. El vuelo de regreso se hizo en una avioneta de la PGR.
A las ocho de la mañana de este lunes, las autoridades guatemaltecas comenzaron el traslado del veracruzano. Fue llevado bien temprano al hangar de la Fuerza Aérea de ese país. La ansiedad era total. Hay que recordar que el gobierno de Guatemala venía presionando con fuerza a Los Pinos para que no haya un uso político de los tiempos judiciales.
“En este momento la extradición del señor Javier Duarte fue autorizada por parte de la Corte Suprema de Justicia, se notificó al Ministerio de Relaciones Exteriores”, dijo el ministro de Gobernación guatemalteco, Francisco Rivas, en conferencia de prensa hace más de 10 días.
Y remarcó: “Ya se le ha notificado a las autoridades del gobierno de México, ahora lo que procede es que ellos cumplan con su responsabilidad que es venir a atraerlo Él es una gran responsabilidad para Guatemala, su integridad y su vida están corriendo peligro y Guatemala ha cumplido con su responsabilidad, esperemos que México cumpla con la suya”.
A minutos de haber sido entregado, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado para agradecer la colaboración y la paciencia que tuvieron las autoridades guatemaltecas.
“Las autoridades del Gobierno de México agradecen a las autoridades guatemaltecas toda su disposición y colaboración para detener de forma inmediata”, escribieron.
Y aclararon además que el procedimiento de extradición de Duarte “se desarrolló con pleno respeto y observancia de sus derechos humanos, velando en todo momento por el debido proceso, conforme a lo establecido en el tratado de extradición bilateral aplicable y en la ley interna de la República de Guatemala”.
Ya en México, Duarte tendrá que enfrentar dos audiencias ante un juez federal y bajo las nuevas reglas del sistema penal acusatorio. En una primera instancia se definirá si su detención fue legal. Posteriormente se determinará la medida cautelar que se aplicará.
Recién después será juzgado sobre los delitos de lavado de dinero y participación con organizaciones criminales. Son las denuncias más graves que pesan sobre su persona, impulsadas directamente por la PGR.
Además, de manera local, en Veracruz también celebrará audiencias para definir si es procesado por cinco delitos que le imputa la Fiscalía del estado, que son por abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal, peculado, tráfico de influencia y coalición.