Por América Juárez Navarro
Morelia, Mich., Una Sex Shop puede revelar mucho de las conductas sexuales de quienes acuden a ella, heterosexuales, miembros de la comunidad LGBTTTI, pero sobre todo mujeres que buscan “autoplacer”; son los visitantes más frecuentes en estos espacios donde una mente abierta y fuera de prejuicios, es decisiva al momento de escoger, con que se quiere sorprender a a nuestras parejas o a uno mismo este 14 de febrero.
Aquí en Amalove, es donde comienza el recorrido, es la tienda más grande del Bajío del país, ubicada en Morelia, sus ventas se incrementan hasta en un 30 por ciento una semana antes de que llegue el 14 de febrero, acuden más mujeres que hombres, tienen mayor apertura al “autoplacer”, señala el responsable de la tienda.
En este espacio, hay de todos los precios, desde un labial que genera calor y puede costar 90 pesos, hasta una muñeca Sex Doll, que tiene una textura suave similar a la piel, y tiene tres orificios penetrables, esta tiene un costo de 65 mil pesos, pero hay las de catálogo, que incluso simulan los poros de la piel, con un costo de 300 mil pesos, estas se compran por encargo, y contrario a lo que se podría pensar, si se han comprado algunas en esta ciudad.
En la Sex Shop se puede encontrar desde balas vibradoras, vibradores realistas al tacto similares a la piel humana, estimulador de clítoris, que además cuentan con una aplicación en el celular que permite desde ahí controlar los movimientos, bolas anales y vibrador anal, estos dos últimos productos su demanda ha crecido desde la aparición de la trilogía de las 50 Sombras de Grey, que en su segunda parte sería 50 Sombras Liberadas, según nos revela el encargado.
Lo curioso, indica el responsable de esta tienda, es que no son homosexuales o mujeres quienes más solicitan este producto, son hombres heterosexuales, quienes buscan experimentar nuevas experiencias y conocer otras partes erógenas de su cuerpo.
“Está muy de moda, inclusive para los hombres heterosexuales, en donde la chava usa un arnés, y eso lo siguen mucho. Yo creo que las modas rigen mucho nuestro comportamiento sexual”, dijo el responsable de la Sex Shop, que reconoce que un tema tabú como el sexo anal, dejo de serlo, y hay más apertura.
A decir del joven que nos atiende, una semana antes del 14 de febrero las parejas preparan los kits de aceites, lubricantes, que son los más vendidos, le siguen la lencería, los vibradores solicitados principalmente por las mujeres.
“Las mujeres nos visitan más entran con más libertad, menos pena, vienen más mujeres se atreven más”, refiere mientras nos señala que en la parte de arriba hay un departamento de sadomasoquismo, y reconoce que la pantalla grande ha tenido una gran influencia para que exista mayor interés en acudir a obtener estos productos.
El departamento de Sadomasoquismo, nos recibe con maniquís con diversas posturas, esposas de cuero y metal, cinturones de castidad, máscaras de látex, máscara de perro, collar de restricción manos, plug anal de acero, látigo, mordazas de boca abierta, y ahí está, acostada, el producto estrella de esta tienda, un sexi maniquí, con tacones del 20, en una sensual lencería, en el llamado sillón del amor con un peso de 43 kilogramos, de pelo chocolate, Sex Doll, que puede adoptar cualquier posición, solo tendrá que pagar la módica cantidad de 65 mil pesos.