Entre la seguridad y el combate a la corrupción, van los discursos de los candidatos que arrancaron campaña el fin de semana. Es de celebrarse que en la agenda pública esté erradicar estos dos flagelos sociales, sin embargo, poco se habla de una real participación ciudadana para que se logren estos dos objetivos. Pareciera que los candidatos están alejados de la tendencia de organización social que conlleva la transformación digital y que puede hacer frente a estos problemitas.
Incluso llega a dar algo de flojerita escuchar algunas propuestas como la creación de fiscales u otras figuras anticorrupción, porque significa engrosar la clase política del país, lo que de manera intrínseca representa nuevas posiciones partidistas, porque difícilmente una verdadera figura ciudadana llegaría ocupar estos espacios, y más aún, en este México surrealista no imagino la caída de servidores públicos corruptos, sin un interés político detrás.
Me pregunto, por qué los candidatos no hablan de propiciar las condiciones para contar con Gobiernos Abiertos. De pronto me pareciera que los aspirantes presidenciales y legislativos están muy desfasados de la realidad social, y no tienen en el mapa, que vivimos en una sociedad y economía informacional (como le ha llamado Castells) o como se le ha denominado desde el 2011 en la Cuarta Revolución Industrial, también conocida como Revolución 4.0, donde existe un mundo de gente dispuesta a participar, con ideas para transformar e innovar.
Si considerarán una verdadera propuesta de participación ciudadana y proyectos colaboracionistas seguramente ayudarían en mucho a combatir los dos grandes problemas que nos delinean en las campañas. Van dos sexenios de una lucha encarnizada contra la inseguridad, que ha tenido como resultado, incremento de la violencia y muchos daños colaterales.
La corrupción por otro lado, sigue enraizada en el país y la percepción es que crece. Ni con leyes de transparencia que obligan a la rendición de cuentas hemos logrado disminuir este problema. En este México surrealista, urge dejar la simulación, dejar los discursos demagógicos y tomar acciones reales que incluyan a la ciudadanía en la toma de decisiones, de lo contrario ni ya saben quién, ni Anaya, ni Zavala, ni Meade, van a cambiar la realidad.
Los problemas de México no los resolverán las promesas de campaña, pensemos en un Gobierno Abierto, con participación ciudadana que reduzca la brecha entre la clase política y la ciudadanía, total los políticos y sus familiares también son ciudadanos inmersos también en la Revolución 4.0, ojalá un día todos nos tomáramos en serio el desarrollo de este país.
Contraste: Amenaza ambiental
Para acabarla de amolar, quienes hablan de combate a la corrupción, desde el Congreso de la Unión intentan dar albazo a los mexicanos con la nueva Ley General de Biodiversidad, lo que ha alertado a ambientalistas, organizaciones defensoras de los recursos naturales de México y ciudadanos para detener esta iniciativa aprobada ya en el Senado y que llegó a la Cámara de Diputados para su debida aprobación.
Los candidatos deberían empezar por escuchar a la sociedad organizada en vez de confrontarla con este tipo de iniciativas… Pero sobre todo, cuidar que lo que va en el discurso sea congruente. Por un lado hablan de combate a la corrupción y al mismo tiempo son artífices de esta descaradamente.
Por cierto que fea está la propaganda de un tal Meño que se candidatea en Morelia.