Por Antonio Aguilera
@gaaelico
Todo hace indicar que este jueves, el Consejo General del Instituto Electoral de Michoacán (IEM) va a rechazar la solicitud que presentaron los partidos Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT) para modificar el convenio de la coalición “Juntos Haremos Historia” en lo que respecta a los municipios de Morelia y Lázaro Cárdenas.
Con esta decisión, el IEM dará carpetazo a una novela política cuyo guión fue diseñado e impulsado por las calenturientas mentes de Reginaldo Sandoval y de Javier Valdespino, quienes se empecinaron en buscar la candidatura de Fausto Vallejo a la alcaldía de Morelia, y en el caso del PT, para Enoc Tafolla.
Las posibilidades de que el ex gobernador de Michoacán sea candidato de la hipotética alianza PT-PES son casi imposibles, ya que como lo refiere la investigación del periodista Héctor Tapia, publicada en Acueducto Online, para que se pueda modificar la coalición, se requieren dos aspectos: uno, el aval de las tres dirigencias nacionales de los partidos que conforman la coalición, y dos, el cumplimiento en tiempo y forma de la solicitud.
Ninguno de los dos requisitos fue cumplidos por ambos dirigentes partidistas, por lo cual fenece su utopía política.
En los días previos, ambos líderes levantaron la voz para exigir al IEM ua respuesta a su solicitud y para criticar la decisión de Morena de postular a Raúl Morón. Los exabruptos eran síntoma de la desesperación de la pandilla Sandoval-Valdespino.
Si Fausto Vallejo no es candidato es simple y llanamente porque Andrés Manuel López Obrador no quiere que sea, así es la ley en esa coalición y eso Reginaldo Sandoval lo sabe se sobra.
Las reacciones previsibles a la decisión que tome el IEM la noche de este jueves será que ambos se negarán a apoyar la candidatura de Morón Orozco, y se presume que hasta Javier Valdespino podría presentar su renuncia a la dirigencia del PES, evidenciando que sólo arribó a ese partido para entregárselo en bandeja de plata al vallejismo.
En el caso de Fausto Vallejo, mover su presunta estructura al mejor postor, sea del partido que sea, menos –obviamente- el PRI.
Fin a la inexistente “candidatura” de Fausto Vallejo
