Acceso abierto u Open Access, es el espíritu del internet, y que en aras de consolidar una democracia tanto en el mundo real como virtual debemos defender, promover y garantizar el desarrollo del conocimiento. ¿Por qué? Recordemos que cuando Tim Barners-Lee creó internet como lo conocemos actualmente, lo hizo precisamente bajo el principio de libertad para que la gente accediera a información, a conocimiento, y pudiera colaborar en la generación de éste. Esto nos ha valido para desarrollar una democracia digital que permite mayor participación social en las decisiones de interés público.
La idea de eliminar barreras para el conocimiento debería ser una de las grandes banderas de quienes hoy en día pretenden gobernarnos, al menos yo, escucho muy pocos compromisos hacia un futuro más prometedor para los mexicanos. Pese a ser una sociedad global que basa la economía en el conocimiento, carecemos de propuestas para impulsar la innovación en nuestro país, entonces, ¿Qué es lo que deseamos cambiar? ¿De qué trata la “esperanza”? ¿Las fiscalías anticorrupción son la solución a los problemas del país? ¿Seguiremos con un sistema hacendario que ahoga e inhibe a los emprendedores? ¿Centraremos todos los esfuerzos y recursos gubernamentales en la lucha contra el crimen organizado?
El gran éxito de internet ha sido que es un medio abierto, que no es de nadie y es de todos. Que aumenta y acelera el flujo de conocimiento, y nos acerca a los sectores públicos como privados, trascendiendo barreas de espacio y tiempo. Entonces ¿por qué no aprovechar la tecnología para mejorar las relaciones con las autoridades y los servicios que éstas nos ofrecen a los ciudadanos? La tecnología utilizada de forma eficiente ayuda a las sociedades ser más transparentes, rendir cuentas e impulsar la participación ciudadana, que son parte de los ideales de la actual democracia mexicana.
Los candidatos a la presidencia de la República coinciden en que la corrupción es un mal del país que prometen combatir; hay quien habla de realizar una consulta cada dos años para que los ciudadanos digan si debe seguir o no en el poder; y otros hablan de mano dura contra la inseguridad.
Ahora bien, ¿Por qué desarrollamos conocimiento? Para resolver problemas, impulsar el desarrollo de la humanidad, elevar la calidad y expectativa de vida, prevenir y atender enfermedades, transportarnos más rápido y con menos riesgos, comunicarnos instantáneamente, resarcir el daño ambiental, etc. Entonces ¿Por qué no apostarle al conocimiento en las plataformas electorales de los candidatos?
Si coca-cola, sabritas y bimbo tienen capacidad para llegar a todos los rincones del país, entonces también se puede tener una política pública de acceso al conocimiento y competir en el mercado global, desde cualquier lugar. Las universidades (Harvard, Oxford, M.I.T. la Universidad de Paris, la Universidad de Barcelona, la UNAM, entre otras) más prestigiadas del mundo, ofrecen acceso al conocimiento que desarrollan, de forma gratuita a través de licencias Creative Commons y el acceso abierto.
Me queda claro que en el mundo hay voluntad de compartir y colaborar en el desarrollo del conocimiento, ojalá y quienes nos quieren gobernar piensen igual y lo consideren en sus plataformas, se sorprenderían de lo que éste puede hacer para atender los problemas de nuestro México.