En lo que va de la administración, 100 empresas constructoras, consideradas grandes, se han hecho cargo de los contratos en carreteras cuyo costo está por encima de 500 millones de pesos, afirma Óscar Callejo Silva, subsecretario de Infraestructura de la Secretaria de Comunicación y Transportes (SCT)
Se trata de constructoras, tanto mexicanas como extranjeras, que son las que en los procesos de licitación muestran capacidad para ejecutar obras de gran tamaño, destaca en entrevista con EL UNIVERSAL.
“No son 39; son 100 las que han tenido acceso a contratos mayores a 500 millones de pesos”, dice con relación a la información publicada por este diario respecto a que de 188 constructoras que han accedido a contratos para obras de infraestructura carretera con valor de 100 millones de pesos en adelante, otorgados por la SCT de diciembre de 2012 a diciembre del año pasado, sólo 20.74% ha participado en proyectos por 500 millones de pesos o más.
Explica que entre las 100 constructoras no se trata de empresas nuevas, “la mayoría llevan años en el país y la construcción es un tema de crecimiento y desarrollo. Para que puedan llegar a acceder a este tipo de contrato pasas por un proceso de crecimiento empresarial de años, en donde crece tu capacidad de administración de contratos y tu capacidad de ejecución de los mismos”.
Sobre todo las locales, las cuales no buscan acceder a un mayor crecimiento, se quedan con lo que han participado, detalla.
Buscan mantenerse en un nivel de contratación que no implique mayor riesgo, mayor capacidad de ejecución, mucho mayor costo, por lo que significa tener más personal, maquinaria y porque tienen que acceder a financiamiento, lo que hace que su estructura sea más costosa.
En este rango se encuentran 7 mil 127 micro, pequeñas y medianas empresas, con contratos de menos de 100 millones de pesos.
El número de contratos de este tipo otorgados en lo que va de la presente administración asciende a 15 mil 549, que representa 85% del total de obras licitadas, preferentemente a compañías locales.
Con ellas se ha realizado una inversión en los últimos seis años del orden de 121 mil millones de pesos.
Otras 316 son las grandes empresas que han accedido a contratos de entre 100 millones de pesos y más.
De ellas, detalló Callejo Silva, 100 han obtenido contratos con montos a partir de 500 millones de pesos. Estas grandes empresas han concursado por contratos que representan una inversión total de 55 mil millones de pesos en los últimos seis años.
Lo cierto es que “de nuestro padrón total, cerca de 90% está afiliado a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC)”.
El subsecretario de Infraestructura detalló que la dependencia trabaja con en la ejecución de un total de 15 mil 865 contratos en materia carretera, entre micro empresas y grandes constructoras, los cuales cubren trabajos como construcción de nuevas vías de comunicación terrestre, libramientos, de conservación, rehabilitación, restauración de puentes, programas de estudios y proyectos y de liberalización de derecho de paso.
De acuerdo con el organigrama de esta subsecretaría, estos trabajos son demandados a través de las direcciones generales de Carreteras, de Servicios Técnicos y de Desarrollo Carretero.
Uno de los aspectos a destacar es que de acuerdo con información de las empresas constructoras extranjeras, muchas han optado por asociarse con compañías mexicanas, lo que puede calificarse de alianza estratégica, en donde las constructoras mexicanas que no tienen capacidad operativa y técnica, así como acceso al financiamiento, pueden acceder a contratos mayores.
Además, ganan experiencia que más tarde les va a abrir las puertas a contratos más grandes.
Con estas alianzas, las empresas extranjeras también se ven beneficiadas porque mejoran la aceptación en el mercado al que llegan ligadas a la industria mexicana.
Callejo Silva reconoce que en los últimos años ha habido una migración de empresas constructoras, que por años se dedicaron a carreteras, a otros rubros que generan mayores inversiones como la industria hidráulica, el nuevo aeropuerto, obras municipales, edificación de escuelas y hospitales.
“Nos ha pasado que en los últimos dos años hemos dejado de tener participación de algunas empresas que tradicionalmente trabajaban con nosotros, porque están en otros proyectos”, explica.
Este no es el caso de las pequeñas, agregó, puesto que las que tienen contratos menores a 100 millones de pesos, “prácticamente 100% de su trabajo en el año es con nosotros, no tienen mucha diversificación”.
A partir de las adjudicaciones de entre 100 y 500 millones de pesos, empiezan a tener cierta diversificación y se van otros sectores, mientras que las grandes, que tienen una estructura sólida y son tan fuertes que pueden dedicarse a cualquier actividad u obra de infraestructura que se licite, como la industria petrolera, eléctrica, contratos plurianuales, escuelas, penales u hospitales.
De acuerdo con la SCT, la importancia de las carreteras en México radica en que esta infraestructura es fundamental para la vida económica de México, ya que a través de ellas se moviliza 98% de los pasajeros y 55% de la carga en el país.
Sin embargo, buena parte de la red carretera de México tiene más de 30 años en operación, por lo que la red federal libre de peaje no se encuentra en condiciones ideales, de ahí que demanda una serie de trabajos a fin de mejorar su estado físico para ofrecer un mejor nivel de servicio y disminuir los costos de operación vehicular a los usuarios.
De acuerdo con el levantamiento de deterioros de la superficie de rodamiento de la red carretera federal que se realiza anualmente, a finales de 2014 se encontraba en 82% de su longitud en bueno y satisfactorio estado, y el restante 18% en no satisfactorio.
Se estima que a finales del 2017 la red se encuentre en 71% en buenas y satisfactorias condiciones y 29% en no satisfactorias. Este retroceso corresponde a una asignación insuficiente para las necesidades de la red carretera federal libre de peaje.