Ricardo López
Teniendo como marco las múltiples opiniones resultantes del tercero y último debate presidencial el día de ayer en Mérida, Yucatán, donde el candidato Andrés Manuel López Obrador respondía que la solución era acabar con la corrupción es la solución a los problemas nacionales así como la opción más determinante para generar cambios sustanciales.
Obviando lo ya preguntado y respondido ayer durante el debate, se antoja a manera de ejercicio pragmatico el encontrar la raíz de este mal que nos aqueja como pais.
A pesar de las refinadas y muy bellas palabras de Anaya, al ofrecer soluciones o proponer nuevas fórmulas, o de las tecnocráticas respuestas y propuestas por parte de Meade -pocas, por cierto, se dedicó nuevamente a atacar al tabasqueño- , e incluso, las chuscas y cómicas intervenciones del Bronco -que hacen recordar a Fox – ninguno entiende el fondo del mal que nos aqueja. Las mofas, memes y demás actos de burla en medios ante la reiterada respuesta de López Obrador, “acabar con la corrupción” ha causado más escozor entre los seguidores de sus contrincantes, señalando que Andrés no tiene recursos, que es carente de cerebro…etc. Sin embargo, como todo ciudadano ya educado, formado al modo sistemático, ven de manera hilarica este asunto.
Atrapados en bellos cantos de sirenas, que embelzan los oídos , tratando de captar voluntades, los rivales del tabasqueño tratan a como dé lugar ganar posición; sin embargo, por mucho que proponen, atacan y prometen, no causan agrado en el electorado.
Ricardo Anaya inició criticando severamente el “populismo” de López Obrador, hubo hasta campañas itinerantes de una guatemalteca por varias partes de México atacando al “populismo”… ahora, Ricardo Anaya se ha tornado más populista que el mismo Andrés; Meade, sigue firme bajo el esquema tecnocráta neoliberal saurico, su cierre fue una oda. Salinas de Gortari, misma entonación, cadencia en el tono, que de inmediato hizo recordar aquellos discursos triunfalistas del otrora presidente. El Bronco, con su nueva propuesta de FBI, el “dense pues un beso”, se llevó la noche.
Si bien las respuestas de Andrés Manuel López Obrador fueron “una mera vacilada” como hoy lo hacen ver los seguidores de sus rivales, para otros, quienes recuerdan la historia de la política nacional, opinan que fueron respuestas simples, pero con la frase percecta : acabar con la corrupción.
Pragmatico ? pudiera ser, el mal que aqueja a México es eso: corrupción.
La razón por la cual no camina nuestra economía, educación pública, sistemas de salud pública, seguridad, energéticos y varias cosas más, es la corrupción, acabar con ella o al menos bajar drásticamente sus niveles y alcances se verá reflejado en mejores condiciones para este país y sus pobladores.
Es cuánto.
COLUMNA PROMETEO // “Corrupción, cimiento del caos”
