América Juárez Navarro
Morelia, Mich., Son 30 jóvenes que se fueron Alemania, con sueños, solidaridad y apoyo de sus familiares, en el total abandono institucional, para consolidar el proyecto denominado “Cruzando Fronteras”, cuya finalidad es la promoción de la tradición musical de Michoacán.
Con abajeños michoacanos y las pirekuas, el proyecto que se empezó a construir apenas hace un año, gracias a la conexión con profesores de Alemania y el director del Centro de Capacitación para la Música en Tingambato que actualmente alberga a 100 jóvenes, vio sus frutos del 21 de junio al 8 de julio. En donde con recursos propios tuvieron que solventar el millón de pesos que se requerían para los boletos.
Sarahí Villanueva Jiménez actual directora de Turismo en Tingambato, señaló que este proyecto permitió llevar la identidad de Tingambato y Michoacán, “el convivir con otra cultura nos llena un poco, el escuchar la música michoacana lo hace más grande”, dijo la joven que es parte de este sueño.
Indicó que vivieron circunstancias adversas, las familias que hospedaron a los michoacanos “donaron euros”, cosa que aquí se batallo mucho, los “chicos pagaron sus gastos”, pese a ello dijo quieren incentivar y que crean en la cultura, ahora que viene una delegación de alemanes y toca Michoacán recibir un grupo y corresponder a la atención otorgada en aquella nación.
La música señaló es una alternativa real, para atender los problemas de drogadicción, alcoholismo, la cultura sostuvo debe estar en un primer término en la agenda pública y al ocupar a los jóvenes en un proyecto así, la delincuencia puede disminuir porque se ocuparan algo, “se sumen a este proyecto, hicimos realidad los sueños de todos los jóvenes, que se van a seguir preparando para recibir a los alemanes”, agregó.
Armando Villegas Figueroa, director del Cecam de Tingambato, a su vez destacó el valor de espacios y actividades como estás que motivan a los niños y jóvenes para evitar que sean cortados por la delincuencia, pero además se acude a un país donde la música michoacana es apreciada y reconocida.
“A través de la experiencia que vivimos queremos hacer el cambio en México”, comentó el director que señaló que en aquel país, en quedó claro que se tiene en la entidad una gran riqueza cultural.
El viaje lo realizaron músicos originarios de Taretan, Uruapan, San Juan Tumbio, Pátzcuaro, San Ángel Zurumucapio, Comachuén, Morelia y Tingambato. Ellos también narraron su experiencia, dificultades y vicisitudes.
Pero este viaje también sacó lo mejor de nuestras comunidades indígenas, y quedó demostrado con el caso de José Carlos Prado, en donde los habitantes de San Juan Tumbio, se unieron para reunir los recursos que le permitiera viajar a este país, “la verdad fue difícil juntar el dinero, se me hacía imposible, pero pedí un apoyo a mi comunidad gracias a ellos pudimos ir, mi comunidad junto, se hizo una asamblea y otorgó el pueblo 15 milpesos, pero aparte se hizo la reunión ejidal de donde saque 10 mil pesos, ellos me respaldaron y abrazaron”.
Dafne Guerrero quien estudio en el Conservatorio de las Rosas, consideró que el proyecto en Tingambato es una experiencia que abre las puertas, abre un panorama de una cultura como es la europea, “es mostrarnos al mundo lo que México hace, era un intercambio cultural, llevábamos vestimenta y eso hacía que la gente se interesara”.
Hugo Alberto Hernández Córdova de Uruapan quien toco Saxofón reconoció en este evento una gran experiencia, pero reconoció que fue complicado la cuestión económica, pero se vio apoyado por una señora de Uruapan y el sector empresarial, y aunque metió su solicitud a la presidencia municipal sigue esperando la respuesta.
“A mí la parte económica, era la que me tenía más apagado y su apoyo me motivo más fue mi mayor experiencia y fue complicado. Acudí a la presidencia de Uruapan el 9 de febrero, hasta hoy en día no hubo respuesta, solo decía regresa una semana, otra y sinceramente nunca hubo apoyo, y ahora en las elecciones menos”, agregó al señalar que esto no lo desanimo a no ir.
Luis Fernando de Tingambato, refirió que esta experiencia se tradujo en una enorme solidaridad de las familias alemanas que los acogieron en su hogar y les dieron la oportunidad de disfrutar de la gente y sus tradiciones. “Cuando estábamos tocando nuestras piezas allá como la canción geranio, vi que les gustó mucho la querían bailar”, concluyó.
Jóvenes michoacanos, “Cruzando Fronteras”, llevaron música regional hasta Alemania
