#ENTRELÍNEAS // PRD, el costo de la simulación

Héctor Tapia
Todavía no terminaba siquiera el proceso de “reflexión”, como les gusta llamar, de los resultados electorales del 1 de julio, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) volvió a entrar al túnel oscuro de las fricciones internas y el desgaste que va más allá de la designación de Antonio Soto Sánchez como dirigente interino del partido.
Soto Sánchez lidera una de las expresiones de Nueva Izquierda en Michoacán, pero fue impulsado por Foro Nuevo Sol, la corriente o tribu que se ha impuesto en las determinaciones dentro del partido en la entidad, desde que inició el proceso electoral el año pasado.
Desde el año pasado Alternativa Democrática Nacional (ADN), corriente que lidera en Michoacán el ex dirigente estatal Carlos Torres Piña, actual legislador federal electo, ha visto como una serie de acuerdos que tomaron al interior del partido no se han ido cumpliendo, llevando a una dinámica de desgaste con la expresión de Foro Nuevo Sol.
ADN y FNS han protagonizado una serie de desencuentros que si bien son evidentes en la actualidad, hay en la memoria histórica inmediata una serie de aspectos que se fueron acumulando hasta el domingo pasado donde además de llegar a los insultos, gritos y empujones, casi llegan a los golpes en el Consejo Estatal celebrado para designar a Toño Soto.
Desde el relevo en la dirigencia estatal que ocupaba ADN con Torres Piña y la secretaría general Antonio García Conejo, que se tuvieron que separar estos para competir entre sí por la candidatura al Senado, los encontronazos y jaloneos habían subido de tono.
Un primer acuerdo que había trascendido en ese momento era que se apoyaría la candidatura al Senado de Torres Piña, pero inesperadamente Antonio García Conejo se registró enviando el mensaje de que el Ejecutivo del estado metería la mano para favorecer la candidatura de su hermano. Aspecto que sucedió. El líder de ADN en Michoacán se tuvo que disciplinar y aceptar ir a la Cámara Baja por la vía plurinominal.
Por otro lado, la dirigencia que venía ocupando ADN fue ocupada por FNS con Martín García Avilés, designación que aceleró también una serie de desencuentros con la corriente que ahora está  inconforme por el relevo interino impuesto nuevamente por los foristas.
Ya con García Avilés hubo también una serie de imposiciones en candidaturas para alcaldías, diputaciones locales, regidurías, que abonaron más al desgaste con ADN; en pleno proceso electoral fue evidente el rompimiento con las ausencias de Manuel López Meléndez, como secretario general del partido, de las ruedas de prensa que fueron convocadas religiosamente cada semana.
Todas estas determinaciones de FNS de querer avasallar o “agandallar” la mayor cantidad de candidaturas lastimó la ya de por sí lastimada relación con ADN; ambas son fuerzas políticas mayoritarias del PRD en Michoacán, respecto al resto de las expresiones.
Para ADN, estas imposiciones protagonizadas por FNS, que llegaron al domingo pasado con la designación interina de Toño Soto, llevaron al partido no sólo a fraccionarse de forma interna, sino también a perder elecciones que consideraban podrían haber ganado.
Torres Piña dijo el fin de semana pasado que no reconocerían a Toño Soto como dirigente y que en breve darían a conocer una postura; aún no llega esta determinación. Sin embargo se intuye que si bien este escenario no los lleva como expresión fuera del instituto político, si los llevará no sólo a establecer una mayor distancia con expresiones como FNS sino a una mayor confrontación con el Ejecutivo, frente a lo que significará la siguiente Legislatura donde ambas expresiones políticas tienen tres diputados locales cada uno. El costo de estas determinaciones de FNS están apenas por verse.