Raúl López Téllez
El estado carece de actividad industrial debido a la falta de una política para su fomento, al no generar un valor productivo con visión exportadora y de atender necesidades de la economía nacional, situación que deriva en “una acentuada irregularidad en su desempeño”, con registros negativos en la mayoría de la década de 2009 al año actual y que desde el 2014 observa una tendencia recesiva, con la estimación de una caída anual de 3.2 por ciento.
De acuerdo al estudio del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), “Deprimida la actividad industrial en Michoacán”, con la excepción de la energía eléctrica, gas y agua, los rubros que muestran una baja significativa son la minería, con 9.5 por ciento; la construcción, en 6 por ciento, y las actividades manufactureras, 3.5 por ciento.
Desde el año 2014, se indica, Michoacán entró en una fase recesiva en su actividad industrial, con un crecimiento de 19.3 por ciento en ese año, al 3.6 por ciento en el presente año.
En la perspectiva del director de Proyectos Estratégicos del CEEEM, Heliodoro Gil Corona, respecto al 2018, en el 2019 hay un retroceso “fuerte” en la mayoría de los sectores secundarios. “La actividad total disminuye de un crecimiento de 3.6% a una reducción de (-) 3.6%, la minería continúa en retroceso, en 2018 con una tasa de (-) 5.6% y en 2019 de (-) 9.5%, la industria de la construcción desciende de un incremento de 20.8% a (-) 6.0% de 2018 a 2019, y las actividades manufactureras continuaron en retroceso (-) 2.4% y (-) 3.5% de 2018 a 2019. Solo la rama de generación en cadena de energía eléctrica, agua y gas tuvo un repunte, al pasar de (-) 1.9% en 2018 a 3.9% en 2019”.
El desempeño mensual de junio del 2018 al de este año, muestran un comportamiento negativo que en el ranking nacional posiciona al estado en el lugar 23 y parte de 15 estados que observaron retrocesos en sus comportamientos.