OPINIÓN // Las mujeres. El gran balance a 25 años de Beijing

Por Mario Ensástiga Santiago

Cada vez con mayor fuerza se revela la injusta situación de la mujer en el mundo, en nuestro continente, país, estado de Michoacán y municipio de Morelia, no es de gratis insistir en ello, se han realizado diversas cumbres mundiales donde se han acordado que los grandes retos del siglo XXI son, por una parte, la sostenibilidad física del planeta y por otra, la sostenibilidad de la dignidad en el planeta, entre ello, a través de la ética feminista.

El tema de las mujeres en la construcción de sociedades más humanas, locales y  global, lleva largo rato en la Agenda Política Mundial, las Naciones Unidas (ONU) han organizado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, que se celebraron en la CDMX (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995).

La cuarta conferencia celebrada en Beijing, China, marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de la igualdad de género, al aprobar  la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada por 189 países, documento que constituye el programa más ambicioso y trascendente en favor del empoderamiento y justicia a las mujeres.

Está en un curso un intenso proceso mundial de actividades y eventos que culminarán con la clebración de el 25 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la aprobación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), a 10 años de la creación de la ONU Mujeres y 5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus objetivos, la celebración será en septiembre de 2020 con la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

La mayor parte de las naciones del mundo harán un balance de los realizado en favor de las mujeres y niñas, en México además y de manera paralela al gobierno federal, lo harán las organizaciones de la sociedad civil en relación a los avances, retrocesos y lo que falta por hacer.

Las ONU ha sugerido que estos ejercicios de balance globas, nacionales y locales, sean la oportunidad para movilizar y concientizar a todas las mujeres y a todos los hombres, de cualquier edad, en torno a un nuevo y renovado diálogo para el cambio y proponer acciones para prevenir y erradicar cualquier forma de discriminación y violencia contra las mujeres y niñas; para ello hay que unir fuerzas, gobiernos y sociedades para superar y erradicar las causas de la desigualdad de género y trazar caminos hacia una igualdad real, con igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y niñas.

En este contexto global está por demás decir que el Estado Mexicano no entregara buenas cuentas, aún cuando se ha avanzado en leyes y programas, en la práctica la situación no ha mejorado de manera sustancial, en algunos rubros como la violencia en contra de las mujeres, no sólo no ha mejorado, por el contrario, ha empeorado en los últimos años. Ante esta situación a 25 años, le toca dar la cara al gobierno de la 4T, de lo hecho y no hecho por los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN, al mismo tiempo y específicamente le toca a AMLO explicar lo acontecido y sus causas durante el primer año de transición.  

Es claro que en México los grupos de mujeres feministas siguen trabajando en condiciones muy desventajosas, enfrentando problemas estructurales como la pobreza, la desigualdad, la discriminación, el desempleo y los bajos salarios, además del incremento de la violencia de género en todas sus formas, tanto en el ámbito privado como el público.

Lo anterior lo pude constatar personalmente en el Entro Nacional del Frente Nacional Feminista celebrado en Morelia, los días 5 y 6 de octubre pasado, donde las cerca de 60 mujeres provenientes de varias entidades del país, aseguraron con justa razón que el Estado Mexicano tiene una gran deuda con los derechos de las mujeres, puntualizarón que el actual gobierno federal, lejos de dar señales positivas para atender las problemáticas con sensibilidad de género, ha descalificado el trabajo de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y ha eliminado en los hechos programas y presupuestos públicos, “los cuales se lograron gracias a la lucha y contribución de los movimientos feministas y de mujeres”.

Como suele suceder en estos casos, las miradas y opiniones sobre el mismo problema, son diferentes desde un lado y otro del escritorio; el gobierno mexicano presentó al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Gutierrez, el Informe Nacional Exhaustivo en cumplimiento de la PAB (que contempla 12 esferas de especial preocupación), con el que “reporta el progreso hacia la igualdad de género del país” en el periodo 2014-2019. La otra perspectiva e interpretación de la realidad, son los informes alternativos, conocidos como “sombra”, los cuales son elaborados por las OSC, en contraposición a los reportes oficiales de México que presenta ante la ONU.

Lo que yo puedo decir al respecto, es en el sentido de que efectivamente se han hecho importantes esfuerzos por la clase política, pero frente al gran flagelo de la violencia de todo tipo en contra de las mujeres y en su fase más inhumana como lo son los feminicidios, dichos esfuerzos resultas insuficientes, lamentablemente en muchos casos, son más discursos y acciones cosmeticas, que políticas públicas que implican programas y recusrsos, por lo general se limitan los gobiernos a poner cintillos rosas contra el cancer de mámá  e iluminar las fachas de edificios públicos de naranja para erradicar la violencia en contra de las mujeres.

De esa manera me lo explico, porque de otra forma tendría que desconocer que nuestra querida Morelia ocupa el lugar nacional número 28 de las ciudades con mayor número de feminicidios, las cifras que con frecuencia conocemos no pueden ser más lamentables y dolorosas, más de 265 mujeres han muerto bajo condiciones violentas en el estado de Michoacán este año, de acuerdo con el documento “Información sobre violencia contra las mujeres” del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hasta septiembre pasado Michoacán se posicionaba en el puesto nacional siete con 119 casos de presuntos homicidios dolosos de mujeres, el puesto número dos con 140 casos de presunto homicidio culposo, así como en el puesto número 25 con únicamente seis feminicidios.

El estado de Michoacán es el tercero en el país con más casos de violencia intrafamiliar, de acuerdo con las agresiones atendidas en la Secretaría de Salud (SS) federal, donde las mujeres son las más afectadas, pues de los casos reportados en todo el país, 93 por ciento se cometió en contra de ellas.

A nivel nacional las agresiones en los hogares aumentaron, pues la dependencia federal registró 74 mil 217 casos de lesiones por violencia intrafamiliar en lo que va del año, 2 mil 806 más que los notificados en el mismo periodo de 2018.

En México, al menos 14 mujeres fueron asesinadas en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer –que se conmemoró este 25 de noviembre, en la misma fecha conocido como el “Día Naranja”, el Informe de Seguridad del Gobierno Federal da cuenta en su reporte diario que los delitos se registraron en 10 de los 32 estados de la República.