Por Héctor Tapia
El silencio también es un mensaje. Tras el fallido intento de renovación de las dirigencias de Morena, tanto a nivel nacional como en los estados, este partido, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, “desapareció” de la vida pública en Michoacán.
A más de un mes del intento de renovar las dirigencias, proceso que fue echado abajo por el Tribunal Electoral, y que ordenó se pusiera orden en el padrón, para poder retomar el tema, hay varios temas que han ocupado la vida pública y donde la voz de Morena ha quedado muda. Están ausentes.
Quizá piensan que el presidente se defiende solo, y que el nivel de aprobación que tiene López Obrador, basten para sacar a flote este barco llamado México; sin embargo, a más de un mes de este fallido proceso interno, han dejado solo al presidente.
Uno de los puntos clave para el actual gobierno federal fue el diseño, discusión y final aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020. Una batalla de la cual, por las características del mismo presupuesto, resultaron elementos que han sido utilizados por los partidos de oposición para irse “posicionando”.
Un diseño presupuestal que, dadas las prioridades del gobierno de la república (Pemex, programas sociales, entre otras) dejó descubiertas áreas que tradicionalmente se cubrían y que ahora no fue así.
Bajo el argumento de que organizaciones campesinas, que venían siendo intermediarios en la aplicación de recursos federales, no hacían llegar los recursos a los productores y campesinos, recortaron una importante cantidad de recursos para el sector, lo que generó duros reclamos y bloqueos a la Cámara para la discusión del PEF 2020.
Y aun así, en un panorama de intensa discusión a nivel nacional, Morena no salió a defender, cuestionar, respaldar, ni la propuesta ni los ajustes que se hicieron al Paquete Económico.
Para el caso de Michoacán, hubo la formal cancelación de las Zonas Económicas Especiales, dejando sin un proyecto alternativo al puerto de Lázaro Cárdenas y al estado, y también hubo mutis institucional.
Se cumplió, además, un año formal de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, asumió la presidencia, y aun cuando eran previsibles las protestas y posiciones críticas de los partidos de oposición, de nueva cuenta hubo mutis de Morena Michoacán. Ni una sola evaluación para respaldar al presidente.
De manera aislada algunos legisladores de Morena, locales y federales, se han pronunciado, y más que un trabajo conjunto, reflejan una “batalla” individual por defenderse y defender un proyecto, sin ofrecer un análisis profundo que genere un contrapeso a los “esfuerzos” emprendidos por la oposición.
Sí; quizá piensen que el presidente se defiende solo. Pero el silencio de Morena se da en un momento clave en la ruta de consolidación de un proyecto político, frente a la posibilidad de revocar el mandato que ahora se contempla en la Constitución, y frente a lo que será también un proceso electoral donde se renovará la gubernatura en el caso de Michoacán.
¿Será exceso de confianza?, o ¿aún no logran superar las diferencias internas producto de lo que referíamos del fallido proceso interno de renovación y no han aprendido a poner un proyecto superior por encima de los proyectos individuales?.
Lo cierto es que la ausencia de postura también es una postura; la ausencia de palabras, el silencio, también es un mensaje.