Por Christián Gutiérrez.
Uno de los errores de los partidos políticos, es que piensan que hacer política es solo hacer arte y dejan de lado hacer ciencia. En mi opinión, la política es arte y ciencia por igual; la primera, la aplican de manera empírica algunos políticos, y la segunda, la desarrolla una mínima parte de militantes de los partidos políticos en el país.
Esto, que me resulta inaudito, es algo así como darle valor a la idea del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el cual asegura que los buenos políticos deben ser 90% honestos y 10% profesionales. Para mí, un esquema de más corazón y ganas, y menos desarrollo de habilidades, los deja incompletos como políticos. Y la muestra de esto, se puede apreciar comprendiendo la realidad de los resultados que ofrecen los partidos políticos en el país.
¿Qué deberían hacer entonces los partidos políticos para mejorar como marcas políticas? La respuesta por escrito es simple, pero llevarla al terreno de los hechos, resulta complejo para la mayoría de los partidos políticos, pero sí es posible lograrlo.
Se pueden hacer varias estrategias y tácticas de neurocomunicación política, neuromarketing político y de desarrollo organizacional, entre otras disciplinas, pero igual, se debe partir de algo elemental.
Un partido político debe iniciar interiorizando aquello que, por ejemplo, ha hecho de la empresa Disney un ejemplo de éxito por más de 70 años: Walt Disney entendió con mucha claridad que, el cliente, es el juez más importante. Así de simple y básico para arrancar un camino de éxito. Si lo trasladamos a la política, diríamos que, los partidos políticos deben entender que los ciudadanos, son el juez más importante.
Los partidos políticos ofrecen un servicio (público), y los ciudadanos electorales juzgan lo que dicen y hacen los partidos.
Entonces, ¿habrá algo práctico que compartir y que los partidos puedan aprovechar con resultados positivos? Desde luego que sí. Hacer invitadología como lo hacen en la empresa Disney. Es decir, los partidos políticos deben hacer estudios de mercado electoral y del ciudadano elector; pero deben hacerlo de manera diferente a como lo hacen actualmente, sobre todo, los partidos estatales. Deben aplicar más ciencia, echando mano de profesionales y con el objetivo auténtico de entender dos cosas: 1) comprender quiénes son los ciudadanos electores; 2) comprender qué esperan del partido político.
Ojo, aquí no hablo de que sean los aspirantes o candidatos quienes hagan invitadología; me refiero a los partidos políticos, porque la invitadología y la comunicación de aspirantes y candidatos, implica un abordaje por separado.
Una idea adicional: los partidos políticos deben hacer buena demografía y psicografía. La estadística profesional, les servirá para ejercicios demográficos; el neuromarketing político, para hacer ejercicios de psicografía, y si los junta, la invitadología será mucho más efectiva.
Al final, ¿qué lograrán los partidos políticos?. Entregarán un servicio público de calidad, por lo tanto, votos a favor para el partido en las próximas elecciones.
* El autor, tiene estudios de doctorado en Política, de
maestría en Ciencia Política, de maestría en Neuromarketing, diplomados en
Marketing Político y en Análisis Político.
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