Por Patricia Padrón
Además de encabezar el inicio del sexenio más sangriento desde que se lleva registro estadístico de los delitos en el país y, para algunos, el de mayor número de víctimas solo después de la Revolución, al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador se le ocurrió ahora el impulsar la cancelación de los llamados puentes escolares festivos, fechas que las familias aprovechan para convivir y turistear cerca de su lugar de residencia.
Con lo anterior, el mandatario no solo da al traste con la oportunidad de fomentar la unidad familiar, sino que esta medida representaría un duro golpe a la economía de este sector que se mantiene a flote gracias a la diversidad y belleza de los destinos turísticos en México, luchando día a día con la mala publicidad que genera la nula estrategia de seguridad que desde la Federación “implementa”, de forma fallida.
Hace tan solo unos días, la Unión de Secretarios de Turismo de México emitieron un posicionamiento conjunto al respecto, reprobando esta medida y manifestando su preocupación, toda vez que, en su momento, se tomaron en cuenta diversos elementos para establecer los puentes escolares que tuvieron un gran impacto favorable a la industria turística, se habla que más del 80 por ciento de la derrama económica de turismo nacional se da en estos lapsos de descanso.
Y es que estos fines de semana “extendidos”, representan una serie de beneficios que se distribuyen entre una amplia gama de actividades donde hay numerosas empresas pequeñas y medianas, además de prestadores de servicios independientes a turistas.
Además, contribuyen al desarrollo regional al promover la visita de turistas a los Pueblos Mágicos, donde conocen de su tradiciones y gastronomía, en pocas palabras, el contar con fines de semana largos ha sido reconocida como una acción positiva en distintos países y organizaciones de turismo como una forma de impulsar la actividad económica y la sustentabilidad de las comunidades, y Michoacán no es la excepción.
Habrá que esperar a que haya una posición argumentativa que defienda el bien común y aporte a las y los mexicanos, una política de altura en beneficios de miles de familias que viven del turismo, y otras tantas miles que esperan con ansias estos espacios laborales-escolares para disfrutar un poco, después, claro, de trabajar incansablemente para pagar impuestos que se traducen en becas para los ninis, que pareciera que si tienen derecho a todo.