Por Héctor Tapia
Felipe Calderón y Margarita Zavala, con México Libre, beneficiarían a la Cuarta Transformación; le harían un favor al proyecto de Andrés Manuel López Obrador. Así de simple.
Los partidos de oposición al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo están perdidos, disminuidos, desdibujados y con falta de identidad, desde la elección del 2018. Sino que podrían todavía fragmentarse más, se podrían dividir sustancialmente. Los números, todavía por verse.
Es cierto, por un buen tiempo, el ex presidente de la República, ha mantenido una línea crítica contra López Obrador y la política del gobierno federal, en sus redes sociales, donde es un actor activo; desde ahí ha ido construyendo una línea discursiva de rechazo a las determinaciones tomadas por el gobierno lopezobradorista.
En contra parte, ha reforzado su campaña, de la mano de Margarita Zavala, en la ruta de que México Libre pueda alcanzar la denominación de Partido Político Nacional, para lo cual han realizado, bajo el nombre de “Libertad y Responsabilidad Democrática, A.C”, 237 asambleas distritales, de las 200 que requieren, y han alcanzado 261 mil 138 afiliaciones, superando el mínimo de 233 mil que establece la legislación electoral.
El cumplimiento de los requisitos aún está en manos de que el Instituto Nacional Electoral (INE) los valide, que revise las firmas, que coteje su validez; esto se tiene que dar en estos meses venideros, y antes de que finalice junio tendrá que emitir el veredicto de si pueden o no ser partido político nacional, y con ello competir en el siguiente proceso electoral.
Tal cual está la legislación electoral actualmente, los partidos políticos de nueva creación no pueden ir en coalición con otras fuerzas políticas o partidos en su primer proceso electoral donde participen, y aunque esto podría cambiar si en la Reforma Político Electoral concretan la intención de quitar esta traba para que puedan hacer alianzas electorales en su primera elección, por ahora la aparición de México Libre, y otros partidos políticos, mermaría a los “tradicionales”.
En cuando a Felipe Calderón y a Margarita Zavala, ellos tienen sus principales cuadros y operadores políticos en el Partido Acción Nacional (PAN); es natural, porque ahí militaron por décadas.
Los que aún quedan en el partido blanquiazul si bien continúan militando, a la callada, en las sombras, hacen trabajo para México Libre, les organizan comidas, convencen a ciudadanos para participar de las asambleas, los registran. Así hay quienes están operando en varios municipios.
Estos están a la expectativa; si México Libre alcanza la categoría de partido político nacional no dudarán en dar el brinco a esta naciente fuerza política y abandonar al PAN; si se da el escenario de que no se concrete el registro, se quedan donde están, calladitos, sin hacer mayor ruido.
Por tanto, la eventual aprobación del registro para México Libre, mermaría al PAN, y con ello a una fuerza política que le está costando construir una oposición a nivel nacional, y al verse disminuidos, en consecuencia, el primer beneficiario será el proyecto lopezobradorista. Cuando menos esta es la lectura que se tiene hasta el momento.
