REDACCIÓN
Morelia, Michoacán.— Tras el impacto del coronavirus, el desempleo en México podría durar años y generar la peor crisis laboral en el país en varias décadas.
Es la advertencia de al menos cuatro organizaciones de economistas durante los últimos días.
Los expertos coinciden en que una de las consecuencias más graves que acarrea la actual pandemia de COVID-19 es el impacto negativo sobre empleos e ingresos de millones de trabajadores. Como ejemplo, explican, sólo en abril de este año se han perdido 700 mil empleos.
Los expertos difieren, sin embargo, respecto de las causas de origen de esta crisis laboral.
Para Luis Quintana, doctor en Economía de la UNAM, el “distanciamiento social” que limita los trabajos es apenas un factor: había una crisis estructural que ya se venía produciendo desde antes del impacto del coronavirus.
“El desempleo es una consecuencia de la caída del crecimiento, porque empleo y crecimiento económico son dos caras de la misma moneda”, explica en exclusiva para Metapolítica.
“Para generar empleos tiene que existir inversión y crecimiento económico. Nosotros estimamos una caída del 5.7% en el PIB, lo que se traduce en una pérdida de un millón seiscientos mil empleos”.
Según el experto, la contingencia generada por el coronavirus es el que menos impacto tiene en la economía mexicana.
“Este elemento solo representaría una mínima parte, cerca del 1.4%, de la caída del PIB. El impacto fundamental se deberá a un efecto externo, en este caso la economía internacional, que implicará el restante 4.3% en la caída del PIB”.
Un enfoque más centrado en el efecto COVID-19 tiene David Kaplan, especialista senior de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Durante el seminario digital “México y los mexicanos después de la pandemia”, organizado por la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), aseguró que la actual contingencia podría generar cifras sin precedente en México.
“Mi preocupación es que (la crisis por el COVID-19) se vea reflejada en el mercado laboral por muchos años. Si observamos la crisis en México en 2009, la tasa de desempleo no volvió a su nivel anterior apenas hasta 2017”.
Como referencia, indicó, hay 700 mil empleos perdidos en abril de 2020, aun cuando la cifra de desempleo más alta para un mes de abril en México se había registrado en 1995 con la pérdida de 185 mil plazas laborales.
Similar opinión expresó el subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, durante la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) realizada el pasado 29 de abril.
“El desempleo generado por el paro de actividades podría superar el nivel registrado en la crisis de 1995. Estamos con el peligro de que pudiera superar el pico de 7.9 que vimos en el 2009, o incluso alcanzar y sobrepasar el pico de 10.7 % que vimos en la crisis tequilera del 95”, afirmó.
Finalmente, el banco UBS reportó que “el deterioro económico acarreado por la pandemia de Covid-19 en México duplicará la tasa de desempleo y llevará a una contracción anual de 7.6 %, la peor disminución anual que se haya observado en el país, ya sea en la crisis de deuda de los años ochenta, el efecto Tequila de 1995 o la crisis financiera de 2008-09”.
Según el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, en 1995 la recesión económica llegó a -6.07 %. La cifra es superior a la que proyecta Luis Quintana, pero menos grave que la que anuncia el banco UBS. En ese año, entre enero y abril hubo 1 millón 085 mil 000 empleos perdidos.
A nivel mundial la situación es similar. Según la edición del diario La Tercera del día 4 de mayo, en países como España se estima que la tasa de desocupación ya alcanza al 19%, y en Estados Unidos parece haber llegado al 20% de la fuerza de trabajo.
