Por Héctor Tapia
Morena, como partido, y el senador Cristóbal Arias Solís tienen una relación rota. En Michoacán es una relación inexistente. Incluso, está lastimada.
Esa es la referencia de distintos liderazgos de Morena, fundadores incluso, que ven no sólo con escepticismo las mediciones donde Arias Solís aparece como puntero para ser el eventual candidato a la gubernatura por este partido en el proceso 2021, sino también con cierta molestia que aparezca en dichas mediciones, pues no lo consideran que represente al movimiento, aún cuando haya obtenido la senaduría por el partido de López Obrador y el arrastre electoral del ahora Presidente de la República.
Explico: aunque no hay formalmente grupos o tribus como en el PRD, en Morena también existen grupos que tienen liderazgos que los congregan, donde destacan desde Juan Pérez hasta los llamados “Pegueros”, están los afines a Alfredo Ramírez Bedolla, y otros al ex dirigente y ahora coordinador de programas federales, Roberto Pantoja Arzola, también están otros afines a Sergio Pimentel, a Leonel Godoy, a Fidel Calderón, incluso hay los que tienen su vena política plenamente identificada con el cardenismo que tiene presencia en Michoacán.
De estos, que tienen representantes identificados con ellos en presidencias municipales, diputaciones locales, diputaciones federales, y también en la estructura federal, no tienen respaldo hacia Cristóbal Arias, y más bien lo ven caminando “por la libre” en nombre de un partido con el cual tiene lejanía y distanciamiento.
Este distanciamiento con gran parte de la estructura del partido también ha quedado patente en el distanciamiento que ha tenido con los representantes por su propio partido; es decir, desde que llegó al Senado puso distancia con diputados locales, diputados federales, presidentes municipales e incluso de sus compañeros de bancada michoacanos en el Senado.
Hagamos un poco de memoria, a inicio de año, Cristóbal Arias convocó a una Primera Asamblea Estatal para sus casas de enlace al interior del estado, que se llevó a cabo en la capital del estado, en ella remarcó que su red política de apoyo no la tiene ningún partido de la entidad, incluido Morena; esa postura asumida molestó aún más al partido que le llevó al senado.
Sin embargo, los desencuentros, o mejor dicho, la ausencia de relación entre el representante popular y su partido, es lo que para muchos hace complejo que Arias Solís pudiera ser el candidato a gobernador; aunque en el partido saben también que luego vienen las encuestas para definir candidatos.
Es a esto último a lo que le apuesta el Senador Cristóbal Arias Solís: a construir percepción, en función de las mediciones que salen por distintas casas encuestadoras. Incluso, es tal la intención de construir esa percepción que las mismas encuestas son promovidas por el mismo equipo del senador, que –claro, es natural y obvio- hacen lo propio en función de un proyecto político del cual forman parte.
Insisto, aquí lo que llama la atención es que en Morena, como partido, sus actores más representativos, tienen claro que no hay una relación con su senador. Una gran parte de los propios representantes populares emanados de Morena reconocen que la relación con él ha sido prácticamente nula.
Es entendible que estos actores tampoco salgan de manera pública a referir todo esto, dado que no son los tiempos, aunque llegados, que falta cada vez menos, muchas cosas podrían pasar. Lo que sí, es que la expectativa crece. La apuesta se eleva y las opciones se amplían.