La salida del equipo amarillo, de fuerte arraigo en Morelia tras su fundación en los años 50, parece responder más a un cálculo comercial que a una razón deportiva. Aunque Grupo Salinas es una empresa completamente privada y con abierto fin de lucro, es un hecho que durante décadas obtuvo fuertes ganancias directas de parte de los gobiernos estatal y municipal. La contingencia pareció convencer a los dueños del equipo de buscar otra alternativa más ventajosa. Una historia que finalmente nunca se trató de deporte, sino de dinero.
Por Eduardo Pérez Arroyo
Morelia, Michoacán.— Desde el viernes de la semana anterior comenzó a multiplicarse la noticia: el equipo Monarcas, bastión del deporte profesional en Morelia, dejaba la ciudad.
A nivel oficial, y pese a tratarse de un asunto de alta sensibilidad pública, el tema fue abordado con hermetismo. Fuera de algunos comentarios expresados por el secretario de Gobierno Carlos Herrera Tello indicando que en Michoacán se haría lo posible por asegurar la permanencia del Monarcas en la ciudad, no hubo mayores versiones.
Según dos periodistas deportivos consultados por este medio, la razón es clara. Nadie en los gobiernos estatal y municipal quiere aparecer comprometiéndose públicamente a gastar los millones que con total voracidad exigían año con año los dueños del equipo.
Las administraciones de Silvano Aureoles Conejo y Raúl Morón Orozco quedaron entre la espada y la pared. El hecho es que desde hace varias administraciones estatales y municipales era costumbre intentar por varios medios congraciarse con la institución deportiva, e incluso otorgar fuertes sumas de dinero al equipo, de manera de asegurar su estadía en la entidad y no pagar el costo político de su salida. La inercia generada durante décadas sugería que durante las actuales administraciones el hecho se repetiría. Y en el caso estatal así fue, hasta que la crisis estructural en Michoacán y un año particularmente denso para las administraciones —COVID-19 incluido— obligaron a replantear las cosas.
Lo que está claro es que durante varias décadas se trató de un jugoso negocio para sus dueños, que recibieron dineros públicos provenientes del Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Morelia.
Condonaciones millonarias; montos por conceptos de “Ayudas y subsidios” destinados a una empresa que es propiedad del segundo hombre más rico de México; convenios renovados año con año por todas las administraciones entrantes en Morelia y Michoacán; generosas ampliaciones presupuestales para destinar más dinero a convenios con Monarcas… Son algunas de las ventajas que obtuvo la empresa en Michoacán. A ello hay que agregar el uso gratuito del Estadio Morelos y las ganancias propias de la actividad.
En el caso del Ayuntamiento, varias administraciones firmaron convenios que hoy están a la vista en distintos archivos. La situación acabó tras el arribo del edil Raúl Morón Orozco, quien según la versión oficial se negó a establecer nuevos convenios que implicaran más gasto para las arcas municipales.
En el caso del gobierno estatal, el rastro es más difuso. Apenas el año 2019 el Instituto Michoacano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Itaimich) admitió que parecía bastante probable que la Secretaría de Administración y Finanzas (SFA) había firmado un contrato oficial con el equipo, pero que al no quedar rastro no había forma de averiguar más.
La información para esta nota esta extractada de documentos oficiales, antiguas versiones de prensa de autoridades y testimonios de dos periodistas deportivos locales, uno de los cuales pidió el anonimato. Esta es la ruta del dinero que las arcas públicas aportaron durante años a una institución manejada por un poderoso grupo económico que esta semana decidió dar la espalda a Michoacán.
LOS DINEROS DE MORELIA
Al menos dos sociedades distintas que operan directamente para Monarcas Morelia tienen diversos contratos o relaciones con organismos públicos en Michoacán. Se trata de Atlético Morelia S.A. de C.V., con RFC AMO9508305P9; y de Promotora de Fútbol Morelia S.A. de C.V, con RFC PFM960223PG1.
Ambas razones sociales son propiedad del Grupo Salinas. De ambas hay rastros en documentos municipales, estatales y de otras organizaciones públicas.
La primera de ellas, Atlético Morelia, firmó varios convenios directos con el Ayuntamiento liderado entonces por Alfonso Martínez Alcázar. Las versiones indican que no fue el primer alcalde que pactó con Monarcas, pero la falta de documentos digitalizados en años anteriores impide ir más atrás. Aun así, es posible establecer cómo también los gobiernos de Manuel Nocetti Tiznado, Salvador Abud Mirabent y Wilfrido Lázaro Medina intentaron congraciarse con el equipo manejado por los dueños de TV Azteca.
El 19 de enero del 2012 Manuel Nocetti Tiznado, edil de Morelia, lideró al ayuntamiento de Morelia durante la entrega al club de futbol Monarcas Morelia del título “Embajadores de Morelia para el mundo”. Según el texto publicado ese día en el Diario Oficial, la intención era que
“los integrantes del Club de Futbol Monarcas Morelia, S.A. De CV. promuevan al turismo nacional y extranjero, invitando a los habitantes de las ciudades a las que viajen, para que visiten nuestra ciudad, promoviendo así el turismo, pretendiendo con dicha acción que el sector turístico de nuestro Municipio se vea beneficiado, activando así la industria turística”.
Pero la relación entre el Ayuntamiento y el club no consistió solamente en reconocimientos.
Durante la sesión de Cabildo del día 28 de septiembre del 2016, ya en la administración de Alfonso Martínez Alcázar, Morelia reconoció formalmente un adeudo por pagos al Monarcas. Durante la sesión se especificó que el convenio databa del día 17 de abril del 2013, fecha en que el edil era Wilfrido Lázaro Medina. Pero su administración no cumplió. Debido a eso, hasta septiembre de 2016 los morelianos le debían 1 millón 800 mil pesos al club.
Años más tarde, con el propio Alfonso Martínez Alcázar en la Presidencia Municipal, los pagos del Ayuntamiento se hicieron regulares. Así consta en 3 documentos en poder de este medio, que acreditan que al menos en tres ocasiones durante los años 2016, 2017 y 2018 el Ayuntamiento pagó al club un total de 6 millones 496 mil pesos.
El desglose es el siguiente.
Un primer contrato fue signado el 1 de marzo de 2016, por un total de 2 millones 30 mil pesos más posibles aumentos.
Un segundo contrato se firmó el 15 de marzo de 2017, por un monto de 2 millones 233 mil pesos más posibles aumentos.
Finalmente, un tercer contrato se firmó el 2 de enero del 2018, por un monto y condiciones similares a las del 2017.
Pero paralelamente a esos contratos, el gobierno de Alfonso Martínez cubría la deuda pendiente. Es decir, el edil firmó nuevos contratos aun cuando Monarcas ya recibía dinero del Ayuntamiento.
Otros documentos, también en poder de este medio, exhiben que se apoyó a la institución con “Montos pagados por ayudas y subsidios”; que en 2007 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le condonó a “Atlético Morelia” un total de 2 millones 619 mil 078 pesos; que el 1 de septiembre de 2014, durante la presidencia municipal de Salvador Abud Mirabent, se disminuyeron los recursos a la Unidad Programática Presupuestaria 2100 correspondiente a Obras, Apoyos y Subsidios para transferirlas a la “a la Secretaría de Turismo derivada del convenio realizado con Atlético Morelia, S. A. de C.V.” y que en 2014 la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) impuso a la razón social “Promotora de Fútbol Morelia, S.A. de C.V.” una multa de al menos 302 mil 805 pesos por violaciones a la legislación laboral vigente.
Pese a los millones que recibía, la empresa no era capaz de cumplir la ley.
CON GOBIERNO ESTATAL, EN LO OSCURITO
La relación económica de los controladores de Monarcas Morelia con el Gobierno del Estado es más compleja, por cuanto en su momento sencillamente la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA) prefirió ocultar los detalles.
Así consta en el Expediente IMAIP/REVISIÓN/0758/2019, dirigido a la propia SFA.
En dicho documento el Itaimich admite oficialmente que existían “indicios” de que el Gobierno del estado pudo haber patrocinado al equipo. Sin embargo, el expediente se cerró dando la razón a la Secretaría de Finanzas al no haber documentos comprobatorios del hecho.
La página 10 del documento señala que
“De un análisis detallado y pormenorizado entre la esencia de la solicitud de acceso a la información de fecha veintisiete de agosto de dos mil diecinueve y de la respuesta que recayó a la misma, descrita con antelación, así como lo señalado en el referido informe emitido por el sujeto obligado, este Instituto advierte que la Secretaría (de Finanzas y Administración) da respuesta completa al recurrente, respecto de su solicitud inicial de información pública, al expresarle al gestionante que después de una búsqueda exhaustiva en los archivos del sujeto obligado, no se encontró registro alguno que evidencie algún acuerdo de voluntades signado entre el club de Fútbol Monarcas Morelia S.A. de CIV. y/o Promotora Fútbol Morelia S.A. de C.V., con la Secretaría”.
Lo más interesante viene en el párrafo siguiente.
“Sin que sea óbice mencionar que, si bien el recurrente aduce que existe una página electrónica identificada como https://fuerzamonarca.com/noticia/nuestra-nueva-armadura, en la cual se aprecia que al parecer el Gobierno del Estado patrocina al club de Fútbol Monarcas Morelia”.
El documento del Itaimich expone incluso una imagen que comprobaría el nexo oficial entre el gobierno del estado y el equipo de futbol, a propósito del estreno de una nueva indumentaria. Por tratarse de una fotografía de un comunicado en la web la imagen es de mala calidad y se ve difusa, pero correspondía a un canal de comunicación formal de Monarcas Morelia y establece que el Gobierno del Estado sí patrocinaba al club.
El contenido literal dice:
“En todos estos uniformes se llevan los logotipos de nuestros patrocinadores: Corona, Banco Azteca, Caliente.mx, Coca Cola, Dportenis, Kansas City Southern, Caja Morelia, Pirma, Total Play, Elektra y Gobierno del Estado de Michoacán”.
En la actualidad el link no existe, y al final el Itaimich dio la razón al Gobierno del Estado. El argumento que esgrimió fue que cualquier persona con conocimiento en informática podría haber falsificado esa imagen:
“Es cierto y sabido que las publicaciones que se hacen en las redes sociales como lo es la página electrónica con rubro https://fuerzamonarca.com/noticialnuestra-nueva-armadura solo tienen un valor indiciario, esto es, solo nos aportan una presunción de los hechos mas no una afirmación de los mismos.
“Dichas publicaciones no tienen valor probatorio pleno, toda vez que las notas y artículos publicados en las redes sociales puede ser objeto de manipulación por parte de personas que tengan los conocimientos suficientes en informática y/o sus similares, razón por la cual (…) solo pueden tener un carácter de indicio”, estableció el expediente.
En resumen, el Itaimich optó por enterrar el tema aun cuando también reconoció “indicios” de que el Gobierno del Estado patrocinaba a Monarcas.
El conocido periodista deportivo local Marco Malvido, hoy director del portal https://ecosdelquinceo.com/ , explica en parte el tipo de relación entre el Gobierno del Estado y el equipo.
—El gobierno del estado de Michoacán utilizaba la figura de convenio de imagen para hacer llegar dinero a las arcas del club. Se trata de una costumbre muy arraigada y que lleva ya muchas administraciones estatales.
Malvido recuerda como uno de los puntos más mediáticos el día que el propio gobernador Silvano Aureoles apareció en el mediotiempo de un juego Monarcas-América, el día 4 de febrero de 2017. Es decir, el gobernador en ejercicio apareció con la playera del Monarcas en TV Azteca en directo para gran parte del país.
Sin embargo, la crisis económica de Michoacán habría hecho que la relación no se extendiera en el tiempo.
—Me comenta una fuente del gobierno estatal que al principio de la administración de Silvano Aureoles se le destinaban casi 85 millones de pesos al año al club —detalla Malvido.
En contraste, el presupuesto 2020 para la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte fue de 81 millones 250 mil 197 pesos.
—Ese monto disminuyó con el tiempo —agrega Malvido—, y en el último año habría llegado a menos de 50 millones al año. Eso nunca antes había pasado, y fue lo que encendió las alarmas del Grupo Salinas.
Sucedía que cada vez que el Gobierno del Estado necesitaba reacomodar los recursos fiscales, indica, lo primero que se hacía era disminuir el apoyo a Monarcas Morelia.
Las cifras expuestas no son comprobables y solo se mencionan de manera extraoficial, pero queda abierta la pregunta de por qué la SFA, a través de un resquicio, se negó en su momento a proveer la información. El hecho es que hasta ahora es imposible saber con certeza cuánto dinero le dio el Gobierno del Estado al equipo de futbol. La negativa de la SFA a informar no hace más que aumentar las especulaciones.
UN ESTADIO GRATIS
El apoyo oficial del gobierno estatal al club no solo se limitaba a dinero. Durante décadas Monarcas Morelia utilizó pata sus fines particulares el Estadio Morelos, técnicamente propiedad de todos los michoacanos.
El 22 de febrero del 2018 el entonces presidente del club, Álvaro Dávila Alanís, admitió al diario Milenio que no pagaban renta por el coloso del Quinceo. Sin embargo, se justificó diciendo que gastaban más en mantenimiento y reparaciones que supuestamente corrían por cuenta del club.
“Hemos tenido muy buena relación con el Gobierno del Estado, básicamente por el inmueble, que nos ha costado más dinero de lo que pudiera pensarse. Hicimos remodelaciones, metimos iluminación, estamos en un arreglo de vestidores, de área médica, lo mantenemos a primer nivel. No nos cobran renta, pero si el Gobierno del Estado arreglara el estadio nos convendría más pagarles renta, porque nos sale carísimo”.
Dávila Alanís no detalló, sin embargo, cuánto gastaba el club en esas presuntas reparaciones.
—Hasta el momento de su salida Monarcas Morelia tuvo el usufructo completo del estadio —explica Malvido—. El comodato da a la empresa el control completo, incluyendo hasta los estacionamientos y algunos eventos. Tan es así que cuando se hicieron las renovaciones para el Mundial sub-17, en el año 2011, todos los recursos corrieron por cuenta del gobierno del estado liderado entonces por Leonel Godoy.
Los hechos comprueban esos dichos y aparecen las cifras. En junio del 2011el entonces gobernador del estado, Leonel Godoy Rangel, entregó a Dávila Alanís, entonces también integrante del Comité Organizador del Mundial Sub 17, las obras que se realizaron en el Estadio Morelos para albergar la inauguración de la justa mundialista con el encuentro entre México y Corea del Norte.
Frente a su secretario de Obras Publicas Desiderio Camacho Garibo —más tarde caído en desgracia por orden del Comisionado Alfredo Castillo por supuesto desvío de recursos— el entonces gobernador aseguró que “con la entrega de las obras del Estadio Morelos se cumplen todos los requerimientos de la FIFA para que el inmueble sea sede mundialista cuando se inaugure el Campeonato Mundial Sub 17”.
¿La inversión? 49 millones de pesos.
A cambio, durante esa misma época el Gobierno del Estado reportó en la Cuenta Pública de la Hacienda Estatal 2010 un ingreso de 6 millones 253 mil 225 pesos por la venta o renta de palcos y plateas del Estadio Morelos.
MONARCAS NO LES SIRVE
Al trazar la ruta del dinero se observa que Monarcas Morelia siempre fue un jugoso negocio para sus dueños. Un ejemplo es la publicidad en las camisetas del equipo.
Entre los años 1981 y 1990 la camiseta tuvo un promedio de 0.33 patrocinadores. Entre 1991 y el invierno del 2001 la cifra creció a 2.44. Desde el verano del 2002 al Apertura 2011 el número de patrocinadores en la camiseta llegó a 6.90, y entre los años 2012 y 2013 la cifra se mantuvo en 6.75. Todos estos números fueron extractados de la investigación “El jugador volátil como reflejo de la cultura posmoderna: el caso del Club Morelia”, de Daniel Añorve con el apoyo de la Universidad de Guanajuato.
Sin embargo, esta ganancia (sumada a los millones que recibía Grupo Salinas de los gobiernos estatal y municipal) al parecer no bastó a los controladores.
En horas de ayer el periodista José Ramón Fernández aseguró que TV Azteca vendió al equipo en cerca de 400 millones de pesos, y que desde ahora solo mantendrá los derechos de transmisión. No se trataría, por tanto, de un simple cambio de plaza.
Un antiguo artículo del periodista deportivo Ricardo Magallán, publicado el 26 de noviembre del 2013 (a propósito de una más de las tantas veces en que Grupo Salinas amenazaba con llevarse al equipo), puede dar algunas pistas al respecto:
“¿Y por qué vender a Monarcas? Razones hay varias, pero una de las más importantes es que Álvaro Dávila, presidente del club michoacano, y su equipo de trabajo jamás pudieron con el brutal regionalismo que azota al Morelia a pesar de todos sus esfuerzos.
“Monarcas es negocio, pero a nivel local. En los últimos años, la directiva del club purépecha echó a andar varias estrategias para colocar al equipo en los reflectores nacionales, pero los resultados fueron pobres. Esta situación, en consecuencia, arrojó que los grandes patrocinios de las principales empresas que apuestan en el futbol no voltearan a ver a Monarcas, considerado un equipo muy regional, con afición muy detectada y asentada sólo en esa ciudad”.
La versión es apenas una teoría, pero cobra sentido al constatar el fuerte arraigo que aún mantiene el equipo en la ciudad.
Monarcas fue fundado en 1924 con el nombre de Club Oro. Su etapa profesional inició en la Segunda División de México en 1951, y en la temporada 1956-1957 ascendió a Primera. En los 80 fue adquirido por Nicandro Ortiz y cambió su nombre a Atlético Morelia, y desde la temporada 1980-1981 se ha mantenido en Primera División. La llegada de Grupo Salinas se produjo apenas en 1996, y en 1999 el equipo fue rebautizado como Club Atlético Monarcas Morelia.
En cualquier caso, Monarcas Morelia no fue una creación de Grupo Salinas.
“Grupo Salinas ha decidido acabar de golpe y porrazo con una tradición de casi siete décadas que, además de apasionar a sus miles de seguidores dentro y fuera de nuestras fronteras, forma parte de la cosmovisión del futbol mexicano” expuso el día 26 de mayo el periodista Marco Malvido en su página web. “Todo a cambio del beneficio económico de unos cuantos y sin dimensionar el daño hacia uno de los emblemas de la región”.
Se trata, finalmente, de la culminación de una historia que no sabe de identidades. Ni menos de alguna consideración ante el estado y ante la ciudad que durante décadas enriquecieron más a los dueños del equipo a costa del esfuerzo de michoacanos y morelianos. De nada sirvieron los millones que durante años aportó el Gobierno del Estado de Michoacán, cifras muy por sobre el presupuesto anual completo dedicado al deporte amateur.
Hoy el fútbol, como nunca, es un negocio ingrato. Esta semana Grupo Salinas se ha encargado de refrescarlo.