Redacción
Morelia, Michoacán.- Morena se va a la cama con un partido al que hasta hace cinco minutos llamaba mafioso: el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que de verde y ecologista no tiene una pluma.
Es el lapidario análisis del periódico español El País, publicado el pasado domingo. La nota lleva la firma del escritor y periodista mexicano Antonio Ortuño, quien entre otras labores ha sido editor de cultura del periódico Milenio.
“El PVEM tiene un nombre que incluye dos verdades y dos despropósitos. Porque es partido y mexicano, sí, pero de verde y ecologista no tiene una pluma.
“Compilar una historia de este instituto sería, inevitablemente, ensayar una antología de escándalos, que van de acusaciones criminales a denuncias por corrupción y que abarcan desde violaciones a la reglamentación electoral (por las que ha sido multado) hasta la promoción activa de la pena de muerte”, asegura Ortuño.
El autor califica al grupo político, sin embargo, como “astuto y con una habilidad para sobrevivir que sería digna de encontrar al Darwin que la estudie”. Y recuerda que hace más de 20 años que el Verde ha medrado comportándose como un camaleón que muda de tonalidades para protegerse.
“Y también como un mercenario que pacta con quien sea que le llegue al precio. Veamos: el PVEM apoyó la candidatura del panista Vicente Fox en la elección presidencial del 2000: la primera, no olvidemos, en que el PRI fue derrotado. Pero en 2003 se alió con el mismísimo PRI, y ese matrimonio, con sus altas y bajas, se mantuvo a través de las elecciones federales de 2006, 2012 y 2018.
“Ahora, la marea ha cambiado otra vez. A partir de la semana pasada, el Verde volvió a mudar de playera y apoya oficialmente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador”.
Ortuño detalla que a pesar de su nombre y del tucán de su escudo, “el Verde no es un partido interesado en el medio ambiente ni en ninguna suerte de posturas articuladas en torno a la sustentabilidad o la defensa del territorio, la fauna y la cobertura vegetal del país”. De hecho, agrega, “no puede sostenerse que posea alguna clase de ideología precisa y ni siquiera que ocupe un lugar definido en el espectro político”.
Finalmente, critica que un gobierno autodenominado moralizador se alíe con una facción que en su momento el propio presidente llamó “la mafia del poder”.
“La política en México es tan cínica que Morena se va a la cama con un partido al que hasta hace cinco minutos llamaba mafioso, y, en respuesta, recibe el despecho de los viejos amantes del nuevo partenaire, ahora en la oposición”.
El pasado 18 de junio los dirigentes del Partido del Trabajo, Verde Ecologista y Morena declararon su apoyo irrestricto al presidente Andrés Manuel López Obrador y anunciaron que analizarán una posible unión para los comicios de 2021.
