Humberto Urquiza Martínez
La cercanía del arranque del proceso electoral en el Estado, abre el apetito político de varios “ciudadanos” o políticos con vestimenta ciudadana que quieren posicionarse en la sociedad para postularse como candidatos a los diversos cargos de elección.
Llama la atención cómo algunos personajes con el ropaje ciudadano, que durante dos años no aparecieron en actos sociales o en beneficio de la sociedad, hoy lucen en medios de comunicación y en actos en los que pretenden mostrar una preocupación y apoyo hacia la ciudadanía.
Casualmente la cercanía con el proceso electoral hace pensar que esos actos de ciudadanos reaparecidos, solamente se enfocan en el interés en participar en la lucha por el poder político en el Estado.
Es así, que la reaparición de ciudadanos en formatos de actuación mediática (política), solamente se puede interpretar como un acto político en busca de un lugar ante la sociedad, que, al no tenerlos en mente, necesitan refrescarse, lo que se convierte en actos de posicionamiento público con fines electorales, más allá de que no se llame a votar por esa persona.
Nada de ello estaría mal, más allá de la falta de valores por el oportunismo, ni por la urgencia de aparición mediática, sino no fuera por la restricción señalada en el artículo 169 del Código Electoral del Estado, mismo que regula que 6 meses antes del inicio del proceso electoral, ningún ciudadano por sí o por cualquier asociación, puede realizar actividades de promoción de su imagen o nombre con miras al proceso electoral.
El proceso en Michoacán iniciará en la primera semana del mes de septiembre, por lo que, los 6 meses que restringe la ley para que cualquier ciudadano pueda realizar actos de promoción personalizada, vencieron en los primeros días del mes de marzo del presente año.
Es evidente que los actos de todos aquellos que ocupan o han ocupado un cargo público, siempre están enfocados en ser candidatos y volver a ocupar algún cargo de elección, más cuando el proceso electoral está por iniciar o, peor aún, cuando han vivido de esa actividad en los últimos años.
Por ello, la urgencia de “ciudadanos” candidatos de aparecer en la foto, en las redes sociales o cualquier espacio que les permita estar posicionados ante la sociedad, solamente serán actos considerados como contrarios a la ley.
Las razones por las que existe esa disposición jurídica, pueden ser diversas, pero una que es innegable, es evitar la violación al principio de equidad, esto es, que aquéllas personas que pretendan ser candidatos -de partido o independiente- no tengan un posicionamiento fuera del periodo de precampañas o campañas para visualizarse como opciones a los diversos cargos de elección popular, de lo contrario, solamente se estaría permitiendo que algunos empiecen la campaña electoral antes de los tiempos marcados por la ley.
Con el paso de los días, la necesidad de varios ciudadanos de mostrarse públicamente se incrementará, con el objeto de tener una visibilidad social que los arrope en las elecciones que vienen. Lamentablemente la cultura política así lo permite, lo que estará por verse, es si las autoridades electorales competentes también lo consentirán.