Por Héctor Tapia
Como suele suceder en los procesos electorales, o conforme se acercan estos tiempos, las definiciones, los cambios de ruta, los ajustes, los roces y las confrontaciones, comienzan a acelerarse.
En ese estira y afloja, natural en política, como en la vida, a un mes de que inicie el proceso electoral, hay aspectos que surgen y forman parte de las definiciones que tienen que tomarse, pero a su vez también tendrán sus consecuencias.
PT, momento de definiciones
Si bien los procesos electorales comienzan a definirse en los hechos una vez concluido el proceso inmediato anterior, lo cierto es que la mayoría de las fuerzas políticas aceleran y aprietan el paso a unos meses de que inicie el próximo.
En este sentido, el Partido del Trabajo en Michoacán tiene cuando menos medio año en que ha venido acelerando el paso, sosteniendo reuniones actores diversos, reclutando perfiles, y armando su estructura.
Aun así, está frente a un evento en el cual tomará definiciones importantes para ellos como partido, y a su vez para el proceso electoral venidero, donde se prevé o proyecta que irá en coalición con Morena, y –aunque hay resistencias- probablemente el verde ecologista.
A mediados de agosto, del mes próximo, el Partido del Trabajo realizará su Congreso Estatal; pero ¿por qué es importante este encuentro de la militancia petista?, sencillo, dará color a sus ruta política.
No habrá muchos ajustes en si irá o no en coalición; se sabe que este partido acompañará a Morena, para tratar de fortalecer a la llamada cuarta transformación en Michoacán. Aún con algunos aspectos que han resaltado recientemente como desacuerdos, no con el partido, sino con algunos actores y con algunos aspectos específicos de dicho partido.
Sin embargo, se sabe que el PT habrá de definir si buscará poner nombres propios, y cuáles, en la mesa política que se conformará con las fuerzas políticas que formalicen la coalición electoral. Es decir, y de manera simple: definirá si pone sus propias cartas a consideración para el momento de las mediciones.
¿Cuáles son los nombres que el PT podría poner en la mesa política?, de entrada hay dos, uno es Reginaldo Sandoval Flores, actual coordinador parlamentario del partido en la Cámara de Diputados, y Francisco Huacus Esquivel, diputado federal y coordinador electoral del partido en Michoacán.
Para el caso concreto de Reginaldo Sandoval, el legislador federal en anteriores ocasiones había reconocido su interés por la eventual postulación; sin embargo se empotra con la posibilidad de ser el próximo presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, lo que lo llevaría a estar al frente de San Lázaro para el tercer año legislativo. En consecuencia, de concretarse esto último, podría decidir no buscar poner su nombre en la mesa con Morena y eventualmente el Verde Ecologista.
Hay que decir a su vez que en cuestión de percepción Morena sigue estando colocado por encima de todos los partidos políticos en lo que respecta a la preferencia electoral, y que, en este contexto, el PT no figura, que no significa que no tenga estructura en el estado.
Ahora, una coalición trae consigo sus reglas, y estas son acordadas por todas las fuerzas políticas que la integran; por tanto, lo que genera expectativa es si decidirán poner nombres sobre la mesa al momento de definir a quien abanderará a la coalición. El PT lo sabe, va por todo… lo que se pueda ganar en la mesa.
Coalición opositora, se tambalea
Por otro lado, no hay que perder de vista lo que sucede de manera interna, pero también entre ellos, en los partidos de la coalición opositora que está en vías de conformarse, o quizá no. Hay aspectos que han surgido que han arrojado tensión y que estarían por comprometer la conformación de esta alianza electoral. Y aunque todo está por verse, sí genera reservas internas.
Aquí quien comienza a poner más resistencias y tener más renuencia es el Partido Acción Nacional (PAN).
Es necesario plantear, la coalición inicial que ya se venía planteando, en diversas reuniones, era entre el partido blanquiazul y el PRD, donde ya se habían tenido incluso reuniones en Casa de Gobierno, para ver qué perfiles se iban proyectando, incluso habían avanzado considerablemente en el tema de los distritos, y había un acuerdo preliminar para el tema de la guberantura del estado.
Hasta ese momento no se contemplaba la adhesión del PRI a esta coalición, aspecto que –por lo menos en coqueteos entre las dirigencias nacionales- se planteó como una franca posibilidad; esto puso en alerta al panismo michoacano, y existen las justificadas razones para ello.
Pero veamos. Como estaba planteado inicialmente el PAN, cuando menos en preferencias electorales, de acuerdo a las mediciones, venía o viene superando al PRD, quien se fue hasta la cuarta posición de las mismas, producto, quizá, del rechazo que genera el gobernador Silvano Aureoles Conejo, que lo tiene en los últimos lugares a nivel nacional, quien por cierto es, además, el último gobernador del partido del sol azteca.
En este escenario el PAN sentía que con las cartas que se tenían hasta ese momento tenía cartas “poderosas” para poder negociar y no salir tan disminuido, así como jugar un papel preponderante en la coalición frente al 2021.
Sin embargo, cuando abrieron las posibilidades de que el PRI se pudiera sumar, los focos rojos fueron fundamentalmente para el PAN. Pero no sólo es este tema, es el mismo proceso interno que libra actualmente el PRD, que si bien es un asunto interno, por la ruta que pudieran tomar en el partido podría generar ruido y abonar rispidez, y es que el partido del sol azteca está por definir a su dirigente o dirigente estatal.
Sobre la eventual adhesión del PRI a la coalición, esto lleva a un reajuste en la medición de fuerzas y repartición de espacios; recordemos, el PRI fue el segundo partido más votado en el proceso anterior.
También, hay que agregar, ha sido más que evidente el acompañamiento y respaldo que entre PRI y PRD se dieron desde el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto. Entonces esto podría sacar a la luz, cuando menos de manera más evidente, cierto acompañamiento que de facto ya tenían, circunstancia en la que el PAN quedaría disminuido.
Y bajo esta óptica, si el PAN a nivel nacional sostiene la coalición con el PRD y con el PRI, bajo las circunstancias dichas, se entendería que sería respaldo por respaldo; es decir, el PAN se sumaría en Michoacán, a sabiendas de estar disminuido ante el contubernio de los otros dos, sólo sí tiene el respaldo de estos dos partidos en otras entidades donde el PAN sea la opción más viable para ganar las elecciones frente a la propuesta de Morena.
Llamó la atención el comunicado de la dirigencia estatal de hace unos días un comunicado del PAN donde ya comienza a descartar una alianza total, y aunque habla de municipios y distritos, deja en el aire y a la interpretación lo relativo a la gubernatura. Ahí Oscar Escobar, el dirigente del partido, fue tajante: no ha sostenido diálogo ni con Juan Bernardo Corona ni con Araceli Saucedo, para ver lo relativo a la alianza electoral.
Sin embargo, trascendió que la molestia es que eventualmente sea Araceli Saucedo la dirigente estatal siguiente del PRD, producto del acuerdo político en ese partido, por su cercanía con Adrián López Solís, líder de Foro Nuevo Sol, y quienes han tenido “apapacho” a un grupo particular del PRI ligado a los Orihuela, y esto para algunos actores en el PAN lo consideran que no es una persona que respete acuerdos, a partir de experiencias que ya han tenido en el Congreso del Estado.
Como se ha dicho, el PAN se ha reunido ya extraoficialmente en casa de gobierno con los principales actores del PRD para avanzar en esto; sin embargo, ante esta posibilidad de que Araceli Saucedo sea la dirigente, las aguas se mueven aún más, sumado a la correlación de fuerzas expuesta arriba.
