Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Sin haber completado la fase 3 del proceso de pruebas de la vacuna contra el COVID-19, Rusia iniciará la vacunación masiva “voluntaria” en un mes.
Así lo anunció el pasado domingo el director del Centro de Microbiología y Epidemiología Gamaleya, Alexandr Ginzburg.
El especialista indicó que solo en los próximos siete o diez días comenzarán los estudios posteriores al registro del preparado por el Ministerio de Sanidad. Un plazo que a Rusia le paree más que razonable.
“El Departamento de Sanidad de Moscú planea incluir en estas decenas de miles de personas a los médicos que trabajan en la ‘zona roja’ (donde tratan a los pacientes graves con COVID-19). Y esto es completamente acertado”, aseguró.
Y para evitar los posibles reclamos, Guinzburg señaló que la vacunación masiva tendrá carácter voluntario. En la práctica, miles de rusos podrán inocularse un compuesto cuyos efectos aún se desconocen, puesto que la última etapa de pruebas tendrá una duración de entre cuatro y seis meses.
“Ello no será obstáculo para iniciar el proceso de vacunación masiva”, aseguró Guinzburg.
En la práctica, miles de rusos podrán inocularse un compuesto cuyos efectos aún se desconocen, puesto que la última ertapa de pruebas tendrá una duración de entre cuatro y seis meses.
Y agregó: “la vacunación masiva comenzará con algún retraso debido a la que la mayor parte de las vacunas ya producidas se empleará en los estudios. Luego, el resto de destinará a los ciudadanos. El retraso puede ser de dos o tres semanas, quizás un mes”, explicó.
Según cifras oficiales, Rusia acumula 922 mil 853 casos de COVID-19 y 15 mil 685 fallecimientos por la enfermedad.
La vacuna rusa, convertida en un triunfo político por el mandatario Vladimir Putin —fue bautizada Sputnik, en abierta referencia al primer triunfo soviético en la carrera espacial—, ha generado la desconfianza de países occidentales que cuestionan que se haya anunciado sin respetar las fases que requieren los acuerdos científicos internacionales.
