Por Héctor Tapia
El río lleva cada vez más agua, y en consecuencia suena cada vez más. En días recientes ha crecido el rumor-versión de que Jesús Reyna García, ex gobernador interino de Michoacán, y uno de los pilares del priismo michoacano actual, estaría renunciando a su militancia.
La razón es simple: el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se ha apoderado de nueva cuenta de las decisiones del partido con sus respectivos impactos en Michoacán, así como el apoderamiento de algunos grupos del partido en el estado.
No es una versión oficial, ni tampoco es algo concluyente. Es una información que se replica cada vez más en ciertos círculos políticos del estado, incluyendo entre priístas afines y allegados al grupo que lidera.
Los desencuentros se podrían enumerar desde aquella ocasión en que el llamado “Castillato” lo llevó a prisión por presuntos nexos con el crimen organizado, aspecto que finalmente fue desechado por lo que fue exonerado por la detención arbitraria que sufrió.
El llamado “castillato”, en alusión al ex comisionado Alfredo Castillo Cervantes, quien fue el enviado federal para “poner en orden al estado”, tiene todavía “tentáculos” en el estado y en el PRI, y eso lo advierte el grupo afín a Reyna García, y frente a este proceso electoral también jugarán importante posición en la definición tanto de candidaturas como de la ruta política que tendrá el partido.
El segundo momento se comenzó a observar desde las trabas y conflictos a partir de la convocatoria para renovar al Consejo Político Estatal del partido, proceso que llegó a los tribunales, y que aun cuando no concluyeron los mismos, finalmente por aval de la dirigencia nacional, se avaló al organismo de dirección política.
Es decir, en los hechos le fueron cerrando los espacios al grupo afín al ex gobernador interino.
Se advierte, refieren algunos priístas, que las candidaturas a las 300 diputaciones federales, inclluídas las de Michoacán, serán impuestas desde la dirigencia nacional, a través de un “petit comité” de 7 personas; mecanismo que sería a su vez replicado en Michoacán.
Este escenario no ayuda al priísmo, advierten algunos de ellos, y ante esto, regresando al tema inicial, Jesús Reyna advierte también el panorama complejo de su partido. Este panorama es el que lo mantiene, todavía, en la indefinición. Aunque, refieren los cercanos, si bien no es un hecho, es una posibilidad, una tentativa. Cuestión de tiempo.
