Por: Humberto Urquiza Martínez
Con la cercanía de los procesos de selección interna en los partidos, y ante la efervescencia política, los diversos institutos políticos están buscando las formas más competitivas de participar.
Para ello, mucho se ha hablado sobre la coalición y candidatura común, que más allá de la línea ideológica de los partidos, tratan de encontrar las formas de postular a los candidatos que le generen más votos.
Sin embargo, usar indiscriminadamente la coalición y candidatura común podría generar un efecto negativo en la intención de incrementar el voto.
El diseño jurídico de las coaliciones, tiene diversos objetivos: 1. presentar a un mismo candidato en un cargo, 2. restringir cualquier otra forma de postulación por los partidos en la elección en la que se coaliguen.
Las coaliciones pueden ser totales, en el caso de Michoacán, sería en todo el estado y por tanto en todos los cargos que se eligen, esto es gobernador, diputados locales y municipios. O bien pueden ser parciales o flexibles, en las que se postulen el 50% y 25 % de candidaturas, respectivamente.
Es así que, en el caso de crear una coalición total, los partidos apoyarían al mismo candidato a gobernador, a los candidatos a los 24 diputados de mayoría y a los 112 Ayuntamientos. En caso de postular vía coalición parcial o flexible, solamente serían en algunos de los municipios o distritos, o solamente la elección de gobernador, y en aquellas elecciones en donde no postulen coaligados, podría hacerse de forma directa o por candidatura común. En ese caso, podríamos tener municipios y distritos en los que exista una coalición conformada por dos o más partidos y en otros municipios y distritos esos mismos partidos postulen a diferentes candidatos y sean, por tanto, competidores.
Por ello, los partidos políticos deben de cuidar los mensajes que les manden a los ciudadanos, toda vez que, si se postula candidatura común para gobernador y en algunos distritos y municipios postulan en coaliciones o por separado cada partido, la propaganda de gobernador aparecerían conjuntamente y en los distritos y municipios aparecerían de forma separada, generando confusión ante el elector.
Ante ello, el llamado de los institutos políticos para votar igual en las tres elecciones, sería un motivo de posible conflicto y anulación, en tanto en cada elección los parámetros de validez del voto, depende de la forma en cómo se aliaron los partidos políticos. Consecuentemente, será un reto que obliga a los ciudadanos a prepararse más al momento de votar y al órgano electoral para difundir más en la ciudadanía las diversas formas de postulación de candidaturas, o bien, de los partidos de no excederse en el uso de esos mecanismos de alianzas electorales, lo que podría generando un efecto contrario al que se busca con las alianzas electorales, llegando al extremo de anular votos y, por tanto, no sumar.
Será cuestión de mes y medio para saber qué coaliciones se registrarán en la elección local y, posteriormente, saber qué pasa con las candidaturas comunes.