Por Héctor Tapia
El PRD está partido y frente a una disyuntiva donde las opciones para la gubernatura se bifurcan entre el aparente “candidato” oficial que no es perredista que dé continuidad al actual gobierno michoacano y la otra opción que es un aspirante que si bien tiene cierto respaldo en la militancia tampoco ha logrado agarrar fuerza ni crecer.
El proyecto político del gobernador Silvano Aureoles Conejo para su relevo va “con toda la carne al asador”, y su apuesta, sin duda, es a varios perfiles. No es sólo uno. No se lo puede permitir; o, cuando menos, así lo ha entendido hasta este momento.
Y en esta ruta ha dado el respaldo visible a Carlos Herrera Tello para, primeramente, buscar la candidatura, y luego de ello, entonces sí, entrar a la contienda.
Pero, por otro lado, varios liderazgos perredistas no están del todo de acuerdo con esto, y con mayor frecuencia demuestran su apoyo y respaldo al medio hermano, líder de una parte de la expresión Foro Nuevo Sol, que tiene casi el control del partido en Michoacán.
El destape, que no fue anuncio de renuncia, de Carlos Herrera fue burdo, sin cuidados ni institucionalidad. De ese tamaño es la desesperación de aprovechar todos los medios para lograr colarse.
Van dos yerros que tiene Herrera Tello en menos de dos semanas: 1) el show, con alfombra roja y todo, de la mesa de aspirantes donde no se incluyeron a mujeres; y, 2) haber usado los recursos públicos, con pleno aval y respaldo de Silvano Aureoles, para anunciar su búsqueda de la gubernatura.
Por otro lado, Antonio García Conejo, al ver este escenario de inequidad, desde que todo el aparato gubernamental del estado se volcó a darle foro y foco al ya ex secretario de gobierno, se aceleró a destaparse también para la misma postulación, pero por el PRD, y eventualmente la alianza que se forme con el PRI y el PAN.
En ese autodestape del senador, que se dio hace poco más de un mes, estuvo acompañado por liderazgos importantes del perredismo michoacano, entre ellos Silvia Estrada, actual secretaria general de la dirigencia estatal.
El mensaje no sólo fue su autodestape; en esa ocasión el mensaje fue claro: “tú (Carlos Herrera) tendrás el apoyo del gobierno estatal; pero yo tengo el respaldo de parte de la estructura del partido”. Una clara posición de envalentonamiento y de confrontación con el ex secretario de gobierno.
Entre estas dos posiciones están los perredistas; o respaldan la decisión del gobernador de apoyar a Carlos Herrera que no es perredista, o respaldan a un perredista que no ha logrado crecer ni generar un consenso mayoritario e su partido, donde le están cobrando la factura por imponerse y avasallar, por ejemplo, las posiciones del Consejo Estatal a su favor. No muestra signos de generosidad política para los de otras expresiones. Muchos, de otras tribus del partido, no le confían mucho.
Ante esta disyuntiva hay otros perfiles perredistas que podrían generar consensos internos; uno de ellos es Adrián López Solís, quien no hace mucho asumió la titularidad de la Fiscalía General del Estado, quien fue secretario de gobierno de Silvano, y que tiene el nombramiento por 9 años.
Este perfil ha generado cierta expectativa; pero también está la duda de si dejará esa posición que, a como se entiende, resulta estratégica para el proyecto político que lidera Silvano.
También Antonio Soto levantó la mano por el PRD, es cierto; pero él la levantó al ver a los demás perfiles rompiendo acuerdos. El río se revolvió y los pescadores tendieron sus redes.
¿Cuál será la apuesta real del PRD?, qué perfil presentarán a la mesa de la alianza con el PRI y el PAN.
Hace unos días Adriana Hernández, diputada priista, dijo algo que queda grabado: “quien se defina como posible candidato tiene que convencer a los otros partidos, porque nada es en automático”. Esta línea la traigo a esta columna para reflejar que no hay consensos generalizados, no todos los perfiles unifican, y sí hay en contraparte un encono interno en el partido del sol azteca quien, de acuerdo a lo trascendido al momento, tendría mano para definir al perfil para la candidatura.
