América Juárez Navarro
Morelia, Michoacán.- Las y los estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica número 65 “Profesor Jesús Romero Flores”, en Morelia, se manifestaron ante el hartazgo de las distintas violencias y violaciones a sus derechos humanos que, acusaron, existen desde antes de la pandemia y siguen sucediendo.
Los quejosos denunciaron acoso sexual y discriminación.
La tarde de este miércoles los estudiantes se manifestaron a las afueras de la secundaria técnica, en donde exigieron la intervención de las autoridades la Secretaría de Educación del Estado (SEE), autoridades y profesorado de las escuelas secundarias de Morelia, al Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Michoacán, a la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres en Michoacán, Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, DIF Michoacán, Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia en Michoacán, Comisión Estatal de Derechos Humanos y al Gobernador del Estado de Michoacán de Ocampo, Silvano Aureoles Conejo.
En un pronunciamiento, los jóvenes señalaron que en distintas ocasiones han sido víctimas de violencia sexual y discriminación, manifestadas a través de hostigamiento y acoso en el espacio físico y en el virtual, miradas y comentarios sexualizantes y contacto físico intimidante por parte de los profesores.
Dichas conductas, recordaron, por su naturaleza se tipifican como delitos agravados por la relación de poder y jerarquía docente que ejercen sobre nosotros.
Señalaron que las alumnas han denunciado ante las autoridades escolares correspondientes, y en distintos momentos, casos específicos de acoso sexual por parte de los profesores dentro de las clases. Citaron el caso del profesor Pedro N., “pero no hemos recibido respuesta ni obtenido una solución”.
Pese a ello, sostuvieron, las autoridades los ignoran y además reproducen discursos misóginos y criminalizantes, donde se responsabiliza a las estudiantes por cómo visten y por el simple hecho de ser mujeres, omitiendo la responsabilidad de los profesores agresores denunciados de conducirse con respeto hacia nosotras independientemente de nuestro físico y manera de vestir.
También expresan que, además, los profesores denunciados han generado un espacio de complicidad, impunidad y hostilidad hacia las y los estudiantes, compartiendo comentarios sexistas, violentos, homofóbicos y misóginos, repercutiendo en la educación, bienestar, integridad y salud de varias alumnas y alumnos.
Finalmente, expresaron que la omisión frente a las denuncias de acoso, la alienación y la complicidad por parte de las mujeres directivas, ha fomentado un espacio de violencia, discriminación y homofobia al interior de la escuela y de nuestra comunidad. Aún en la modalidad de clases en línea, los profesores denunciados siguen violentando y hostigando de manera digital a las estudiantes, y por ello exigieron que se frene este acoso.
