Ningún país supo responder rápido al COVID-19, asegura investigación de la OMS

Metapolítica

Morelia, Michoacán.- Las autoridades sanitarias locales y nacionales de China pudieron haber aplicado medidas de salud pública más contundentes en enero y no lo hicieron.

Y los demás países que detectaron casos probables a comienzos de 2020 tampoco cumplieron.

Así lo asegura el informe preliminar del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia.

El grupo de expertos internacionales designados por la Organización Mundial de la Salud para evaluar la respuesta al COVID-19 de los líderes mundiales y de la propia agencia de la ONU, expresó que solo unos pocos países aprovecharon plenamente los datos que tenían para responder ante las pruebas de una epidemia emergente.

“El 4 de febrero de 2020 la Organización Mundial de la Salud informó de que había más de 12 mil casos confirmados en China y solo 176 casos en el resto del mundo, prueba definitiva de la existencia de transmisión de persona a persona y señal clara para todos los países. Esa señal fue desatendida en demasiados países”, asegura el informe.

En general, y según el análisis de la cronología inicial de las primeras fases del brote, todo parece indicar que podría haberse reaccionado más rápidamente.

“Si se hubiese aplicado el principio de precaución en relación con los primeros datos indicativos, pero no confirmados de transmisión de persona a persona y de transmisión asintomática, tanto la OMS como las autoridades nacionales y locales podrían haber emitido advertencias más oportunas y firmes sobre la posible transmisión entre personas”, asegura el panel.

Errores en la respuesta

Los expertos agregan que “ésta claro” que el volumen de infecciones en el primer período de la epidemia en todos los países fue superior al comunicado.

“La consiguiente falta de visibilidad sobre gran parte de la epidemia facilitó su propagación mundial: las simulaciones realizadas muestran que las conexiones de tráfico aéreo predecían la difusión mundial del virus durante la fase temprana de la epidemia”, detallan.

Según el informe, existen pruebas procedentes de Wuhan de que, gracias a la secuenciación local, comercial y de última generación llevada a cabo a finales de diciembre de 2019 se obtuvieron los primeros indicios de un nuevo virus responsable de los casos de neumonía de origen desconocido observados clínicamente.

“Eso pone de relieve la posibilidad de otorgar un papel más importante a esas técnicas relativamente económicas, las cuales pueden mejorar con los avances técnicos en secuenciación paralela para obtener resultados fiables y de alto rendimiento por una fracción de los costos anteriores”, afirman.

El panel también dice que “no está claro” por qué el Comité de Emergencias convocado por la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional no se reunió hasta el 22 de enero, “ni tampoco por qué no pudo ponerse de acuerdo sobre la declaración de una emergencia de salud pública de importancia internacional en su primera reunión”.

Un mundo no preparado

El Grupo independiente de preparación y respuesta frente a las pandemias aseguró ser “dolorosamente consciente” de que el mundo no estaba preparado para la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19).

Y aunque su investigación continúa, emitió una lista de recomendaciones que deben ser atendidas de “manera decisiva y eficaz” de cara a las posibles pandemias en el futuro.

Entre ellas están aplicar de modo integral las medidas de salud pública que frenarían la pandemia, lograr una respuesta a la pandemia que corrija y no acentúe las desigualdades, mejorar el sistema mundial de alerta de pandemia que hoy no cumple su función, tomar más en serio los ya conocidos riesgos existenciales que plantea la amenaza pandémica, y otorgar más poder a la Organización Mundial de la Salud para hacer el trabajo que se espera de ella.

“Al Grupo le resulta asombroso que la OMS esté sometida a tan graves limitaciones en su potestad para validar los informes sobre brotes infecciosos atendiendo a su potencial pandémico y para poder desplegar localmente medios de apoyo y contención”, indicó el documento.

Y recalcó que la pandemia de COVID-19 debe ser el catalizador de una transformación fundamental y sistémica de la preparación para este tipo de eventos, que abarque desde las comunidades locales hasta las más altas esferas internacionales