Metapolítica
Morelia, Michoacán.- “Cerrar la revistucha”. Es una de las alternativas que analiza el polémico magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego en medio de un litigio contra la revista Proceso.
La génesis del problema es una demanda por daño moral interpuesta por Salinas Pliego contra Proceso.
Y esa demanda fue una respuesta a una publicación de julio del 2019, cuando Proceso exhibió una investigación que presume una red de corrupción entre Salinas Pliego, Banco Azteca, Petróleos de México (Pemex), Grupo Fertinal y Enrique Peña Nieto.
La revista no pudo ofrecer evidencia. Ese mismo hecho dio pie a la demanda.
Salinas Pliego utilizó twitter para burlarse de la revista ante la supuesta ventaja jurídica que asegura llevar.
Mientras tanto, la propia revista entregó su versión.
“Rodrigo Cortés Domínguez Toledano, juez a cargo del juicio por daño moral que Ricardo Salinas Pliego y Banco Azteca entablaron contra el semanario Proceso y tres de sus trabajadores, actuó de forma arbitraria y parcial para favorecer al polémico multimillonario y a su empresa”, afirma en una nota publicada hoy.
Y agregó:
“Lo hizo a tal punto que el expediente a su cargo fue alterado para tratar de enmendar un error cometido por los abogados del magnate, uno de los cuales, por cierto, fue apoderado legal de la sociedad de papel sueca NPK Holding AB, en ese entonces accionista de Grupo Fertinal y vinculada al propio Salinas Pliego”.
Proceso fue fundada el 6 de noviembre de 1976 por Julio Scherer García, Miguel Ángel Granados Chapa, Vicente Leñero y Armando Ponce, entre otros. Con altibajos, es considerada un adalid del periodismo de investigación en el país, y sus tendencias se han identificado permanentemente con la izquierda política.
Por lo pronto, el tuit de Salinas Pliego ha acarreado una oleada de críticas.
