Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La violencia entre palestinos e israelíes no cesa y de los bombardeos en las últimas horas a los bombardeos se han sumado los intentos de linchamientos en al menos dos ciudades: Bat Yam y Acre.
En la ciudad de Bat Yam un grupo habría atacado a un árabe mientras que en Acre la víctima sería un judío. Ambas personas se encuentran en estado grave.
Las imágenes de dos linchamientos entre ciudadanos árabes y judíos de Israel se han viralizado rápidamente a través de las redes sociales. Hasta el momento más se contabilizan hasta 370 detenidos en diferentes partes del país.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha manifestado que “nada justifica el linchamiento de judíos por parte de árabes y nada justifica el linchamiento de árabes por parte de judíos”.
Tanto en Bat Yam como en Acre viven miembros de ambas comunidades. Un portavoz de la Policía informó de que decenas de personas resultaron heridas durante los disturbios, incluyendo 36 miembros de las fuerzas de seguridad.
El presidente israelí, Reuvén Rivlin, describió los incidentes como “una guerra civil sin razón”, y pidió a las autoridades locales y religiosas que intervinieran para detener la violencia.
Y en el conflicto ya han intervenido países externos. El miércoles el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, llamó a su homólogo israelí a detener “todas las agresiones israelíes contra los territorios palestinos” y buscar una solución diplomática para reanudar el proceso de paz.
En un escueto comunicado del Ministerio de Exteriores se apunta que Shukri alertó a Ashkenazi de “la importancia de parar todas las agresiones israelíes contra los territorios palestinos y la importancia de trabajar para evitar una escalada y recurrir a medios militares”.
El Ejército israelí y las milicias palestinas en la Franja de Gaza se enfrascaron en un intercambio de ataques desde las últimas horas del 10 de mayo, la mayor escalada del conflicto desde 2014.
Las tensiones iniciaron con las restricciones de las autoridades israelíes en pleno Ramadán, se elevaron en las protestas contra los desalojos de familias palestinas y se han extendido incluso entre la población árabe-israelí.