Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió a los funcionarios de la inteligencia de su país encontrar en un plazo de tres meses los orígenes de la pandemia de COVID-19.
Según la prensa local, una de las aristas a investigar es si el virus podría haber surgido en un laboratorio.
El jefe de la Casa Blanca también solicitó a China cooperar con las investigaciones.
Pero esta ultima demanda podría derivar en un problema diplomático. Hasta ahora el país asiático ha mostrado hermetismo respecto del tema.
A principios de 2021 un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajó a Wuhan, la ciudad china en donde se reportaron los primeros casos del virus del COVID-19, para analizar los posibles orígenes de la enfermedad.
Tras varios días de análisis y una visita al mercado de la ciudad, que se decía podría ser el lugar de origen del brote, los resultados ofrecieron datos sobre la expansión del virus.
Pero el informe final no entregó detalles sobre su posible origen.
Los nuevos cuestionamientos apuntan al posible origen del virus en un laboratorio chino, por lo cual la OMS ha solicitado una nueva investigación.
La comunidad científica cree que el mal en humanos nació en un mercado de mariscos en Wuhan, pero en enero de este año surgió un nuevo elemento: el misterioso fallecimiento de tres mineros hace ocho años por una enfermedad casi idéntica a la que hoy mata a miles de personas diariamente.
Dicha tragedia en una mina de cobre en la provincia de Yunnan, en la que murieron los mineros y otros tres estuvieron muy enfermos, podría haberse archivado junto con las muchas y dolorosas historias de hombres que fallecen cumpliendo con su peligrosa labor.
Por lo pronto, analistas internacionales observan que el requerimiento del presidente de Estados Unidos representa también un fuerte mensaje diplomático a China.
