Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habló largamente sobre las noticias falsas que difunden algunos medios de comunicación, algo que dijo, se hacía “desde 1853, la época de Antonio López de Santa Anna”, con respecto a la sección que tendrá todos los miércoles en la conferencia matutina, “Quién es quién en las mentiras de la semana”.
“Estamos viviendo en uno de los peores tiempos, momentos, del periodismo en México y tengo confianza, espero, que haya una renovación para que se informe con objetividad, que haya equilibrio, que haya profesionalismo, que no se calumnie, que no haya mentiras, que se informe con la verdad”, dijo.
Y agregó: “Que se esté lo más distante que se pueda que se pueda del poder político y económico y lo más cercano que se pueda al pueblo”.
Lo anterior, en referencia a la información falsa que se vierte desde distintos medios de comunicación, “y aunque se enojen nuestros adversarios, por eso es esta columna, esta sección, porque es un buen tema. Antes, todo lo que salía en los medios se aceptaba como cierto, ahora no”.
Relacionando lo anterior con la caída de la Línea 12, dijo que “los fanáticos del consevadurismo, aunque no usen el metro, están pensando ‘¿Cómo les hacemos daño con esto?’… Aunque vayan a misa. ‘¿Cómo aprovechamos la tragedia?’ Son tiempos de canallas, tiempos de zopilotes, no hay que hacerles caso, ¡allá ellos!”.
“No es estar aspirando a que todos piensen como nosotros, eso es hasta indebido, porque tiranía, es pensamiento dictatorial. La democracia significa que haya pluralidad y aceptarlo y no enojarnos”, aseveró.
“Una persona que se entrega por entero a la mentira pierde hasta la imaginación y el talento. Entre más corruptos, más entreguistas, más rastreros, menos inteligentes”, dijo el presidente sobre comunicadores e intelectuales que estuvieron cerca de los gobiernos neoliberales.
En 1853, contó que Lucas Alamán, “líder del conservadurismo en México”, decía que ellos eran quienes controlaban “la que entonces se llamaba ‘opinión general’, que ahora se le llama ‘opinión pública’, ‘y la controlamos porque somos los dueños de los principales periódicos de la capital y de las ciudades del país’. Y en efecto, regresa Santa Anna y lo aplauden”.
“Bajo esa lógica siguen funcionando la mayoría de los medios de comunicación… con honrosas excepciones”, señaló.