Oscar Guerrero / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- De los 13 acuerdos que el gobierno a cargo de Silvano Aureoles Conejo estableció para blindar el esquema ambiental de Michoacán, sólo respondió a tres y no se le brindó atención al cambio de uso de suelo, pese a ser uno de los principales problemas que han provocado que la tasa de deforestación anual del estado ascienda a cuando menos 66 mil 752 hectáreas.
El incumplimiento del Gobierno de Michoacán fue exhibido por el presidente del Consejo Estatal de Ecología, Gilberto López, quien lamentó que “la ambición económica volvió a poder más que el interés de cuidar el medioambiente”.
“Establecimos una agenda ambiental que constaba de 13 puntos, de esos 13 puntos en estos seis años sólo logramos aterrizar tres: el programa de educación ambiental, que es una lucha del Consejo Estatal de Ecología de hace 20 años; la Ley de Cambio Climático, y la modificación a la Ley Ambiental del Estado”, compartió en entrevista.
“Lamentablemente no hubo recursos y fue lo que se alcanzó a hacer”, refirió para luego subrayar que, en medio esta falta de interés por cuidar el esquema ambiental de Michoacán, se sigue descuidando uno de los principales pendientes: frenar el cambio de uso de suelo.
“El cambio de uso de suelo está provocando la deficiencia de agua en algunas comunidades, sobre todo de Villa Madero y Salvador Escalante, además de que toda la zona aledaña a la presa de Cointzio está cubierta de frutillas, sobre todo de aguacate”, agregó.
Adicional a ello, dijo que, entre otros pendientes que deja la administración estatal saliente, destacan la gestión integral del agua; la expansión de las frutillas, y el tratamiento de residuos sólidos.
Ante ello, confesó que “el Consejo Estatal de Ecología se reunía siempre con los distintos candidatos a la gubernatura, y a partir de esa mala experiencia se perdió el interés, porque nos reunimos, hacemos un foro y decimos muchas cosas, pero se hacen muy pocas”.
Incluso, al aterrizar sus argumentos, denotó desconfianza del trabajo que pudiese hacer la próxima administración, “porque sexenio tras sexenio es lo mismo, no hay interés por el medio ambiente y, lamentablemente, las repercusiones son cada vez mayores. Si no hubieran caído las lluvias que están cayendo, estaríamos hablando de problemas más serios, que podrían derivar en conflictos sociales por falta de agua en comunidades que no están tan lejanas de ello”.
