Metapolítica
Ciudad de México.- Tanto Repsol como la entidad financiera CaixaBank son investigadas e imputadas por los delitos de cohecho y revelación de secretos por el espionaje ilegal que diseñaron con el fin de impedir una operación empresarial entre 2011 y 2012, el cual consistía en la alianza estratégica entre Pemex con la constructora ibérica Sacyr tomar el control ejecutivo de Repsol.
Una nota de La Jornada revela que la operación fue impulsada desde México por los exdirectores de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y Emilio Lozoya Austin, la cual fracasó y fue saldada con la virtual salida de la paraestatatal mexicana del accionariado de Repsol, de la que hoy en día sólo posee un testimonial 1.69%.
El diario cuenta que en los años 2011 y 2012 hubo una guerra abierta entre algunas de las empresas y los ejecutivos más relevantes y poderosos en España, “y en medio de la batalla estaba Pemex; primero con el beneplácito del expresidente Felipe Calderón y después con el impulsó tanto de Lozoya Austin como de su entonces jefe, Enrique Peña Nieto”.
El objetivo, dice la nota, era controlar más del 30% de las acciones entre Sacyr, con su entonces presidente Luis del Rivero al frente, y Pemex. “Pero la operación fracasó y provocó, además de la destitución fulminante de su puesto en la compañía que él mismo fundó pero que estaba hipotecada con una deuda multimillonaria con la banca, y con la salida abrupta y traumática de Pemex del accionariado de Repsol, una empresa a la que se había ligado desde 1987”.
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