México anuncia medidas para garantizar el libre voto sindical en la planta de GM

Metapolítica

Morelia, Michoacán.- Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron el jueves un plan para resolver una queja laboral estadounidense por intentos de robar un voto sindical en una planta automotriz en el norte de México.

El Departamento de Economía prometió castigar cualquier abuso de voto y proporcionar inspectores en una nueva votación en la planta de General Motors en la ciudad de Silao, que se realizará antes del 20 de agosto. La votación se llevará a cabo dentro de la planta, no en el oficinas del sindicato que supuestamente intentó destruir las papeletas.

En tanto, los inspectores del Departamento de Trabajo podrán ingresar a la planta para evitar tácticas de intimidación a partir de la próxima semana, y también se permitirá la entrada a observadores de la Organización Internacional del Trabajo.

No estaba claro si esas promesas serían suficientes. Los trabajadores de la planta se han quejado de que la antigua Confederación de Trabajadores Mexicanos ya ha probado tácticas como promesas y amenazas en discursos a los delegados sindicales u ofreciéndose a rifar autos para ganar la votación.

El representante estadounidense Bill Pascrell, Jr., un demócrata de Nueva Jersey, dio la bienvenida al plan. Pascrell escribió:

“Tengo la esperanza de que los torcidos acuerdos clandestinos entre corporaciones corruptas, sindicatos de protección depredadores y funcionarios gubernamentales nefastos se conviertan en cosa del pasado”.

Los trabajadores de la planta se han quejado de que la antigua Confederación de Trabajadores Mexicanos ya ha probado tácticas como promesas y amenazas en discursos a los delegados sindicales u ofreciéndose a rifar autos para ganar la votación.

La denuncia se presentó en mayo en virtud del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, luego de que el sindicato de la vieja guardia fuera sorprendido presuntamente destruyendo papeletas. Un nuevo sindicato está tratando de derrocar al antiguo grupo laboral en la planta. 

Durante décadas, los sindicatos mexicanos corruptos firmaron “contratos de protección” de bajos salarios a espaldas de los trabajadores.

Los mecanismos de “respuesta rápida” bajo el pacto comercial, conocido como el T-MEC, permiten que un panel determine si México está aplicando leyes laborales que permiten a los trabajadores elegir su sindicato y votar sobre los contratos y el liderazgo sindical. 

Si se determina que México no está aplicando sus leyes, se podrían invocar sanciones, incluida la prohibición de que algunos productos ingresen a los Estados Unidos. La denuncia de mayo fue la primera en ser presentada bajo el USMCA.

Los trabajadores automotrices mexicanos ganan entre un octavo y un décimo de los salarios de sus contrapartes estadounidenses, algo que ha provocado una reubicación masiva de plantas automotrices en México y la pérdida de empleos estadounidenses.

Con información de AP